Las autoridades estadounidenses aún no aclararán la misteriosa muerte de una australiana de 40 años en Minnesota.
Una australiana murió tiroteada a manos de la Policía en Estados Unidos, después de hacer una llamada de emergencia en la que denunció un posible ataque sexual en un callejón cerca de su casa en Minneapolis, Minnesota.
El crimen ocurrió el sábado pasado. Justine Damond, de 40 años, telefoneó a las autoridades a las 11:27 de la noche para reportar un suspuesta agresión sexual contra una mujer.
Confusión. El coche patrulla con los agentes Matthew Harrity y Mohamed Noor llegó al vecindario a las 11:37. La víctima, en pijama y con el teléfono móvil en la mano, se acercó a la ventanilla; desde el interior del vehículo, un agente efectuó varios disparos que le provocaron la muerte.
No hay testigos de la escena. Y la cámara de la unidad policial no registró el suceso. Por ley, esas cámaras a bordo deben estar siempre operativas pero no lo estaba esa noche por razones que la policía todavía no ha explicado.
Pedido. La familia de Justine Damond ha pedido explicaciones e incluso el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, ha condenado la muerte y ha instado a las autoridades estadounidenses a aclarar el "inexplicable" incidente.
Comparte esta noticia