Bélgica anunció este miércoles una nueva actualización de las normas para la desescaldada entre las que destaca que no será obligatorio llevar mascarilla, ni siquiera en los comercios, y que la "burbuja" con la que cada hogar puede tener contacto físico cada semana pasa de 10 a 15 individuos.
Bélgica anunció este miércoles una nueva actualización de las normas para la desescaldada entre las que destaca que no será obligatorio llevar mascarilla, ni siquiera en los comercios, y que la "burbuja" con la que cada hogar puede tener contacto físico cada semana pasa de 10 a 15 individuos.
La primera ministra, Sophie Wilmès, precisó tras una reunión del Consejo Nacional de Seguridad (CNS), que pilota el desconfinamiento en Bélgica, que ese organismo se reserva la posibilidad de imponer esos equipos de protección en caso de un rebrote de la epidemia.
"Está claro que si la epidemia se reanudara, usar una mascarilla en lugares públicos abarrotados podría ser obligatorio", señaló la jefa de Gobierno.
En Bélgica, país de 11,4 millones de habitantes que acumula 9 772 fallecidos por COVID-19 sobre 60 898 positivos, había suscitado debate en los últimos días el uso de mascarillas, que recientemente han empezado a distribuir a la ciudadanía los municipios y el Gobierno federal.
El CNS también anunció otras normas, como la teórica obligación de hacer la compra en solitario o la limitación de puestos en los mercados al aire libre.
Además, también decidió permitir a partir del próximo 1 de julio que el aforo máximo de centros de ocio, piscinas, teatros, casinos o salas de fiestas sea de 50 personas, a condición de que se respeten los protocolos sanitarios como el distanciamiento físico.
"Llevar mascarilla sigue estando muy recomendado", subrayó a propósito de esas actividades Wilmès, quien agregó que las discotecas y similares seguirán cerradas.
Por último, la Fiesta Nacional de Bélgica del 21 de julio será también un homenaje a las víctimas de la COVID-19.
EFE
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