En el último día, las autoridades sanitarias notificaron 210 muertes a causa de la COVID-19. Francia atraviesa una dura tercera ola de la pandemia.
La presión en los hospitales franceses se mantuvo alta este sábado, con pocos cambios tanto por lo que se refiere a los enfermos de COVID-19 internados como a los que están en las unidades de cuidados intensivos, en una jornada en la que las autoridades sanitarias notificaron 210 muertes.
Según la agencia de Salud Pública de Francia, estaban internados por la pandemia 30 326 pacientes, frente a los 30 238 de la víspera.
En las ucis, por el contrario, la cifra creció hasta 5 769, frente a los 5 757 del viernes. Está ampliamente por encima del pico de la segunda ola, 4.900, que se registró a mediados de noviembre.
El ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, no espera que la ocupación de las ucis baje antes de al menos dos semanas pese al refuerzo de las restricciones, que se extendieron a todo el país desde hace ya una semana.
Por lo que respecta a la vacunación, la Dirección General de Sanidad indicó que este sábado hubo 321 465 inyecciones.
Eso significa que ya hay 10 745 234 personas que han recibido una primera dosis de la vacuna y, de estas, 3 684 788 ya tienen las dos que les garantizan la inmunidad completa.
EFE
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