El nacimiento, hecho con 1.300 metros cúbicos de arena, fue esculpido por cuatro artistas: el estadounidense Richard Varano, el ruso Ilyá Filimóntsev, la holandesa Susanne Ruseler y el checo Rodovan Ziuny.
El Vaticano inauguró este sábado un monumental nacimiento hecho con arena de playa así como el tradicional árbol de Navidad de la Plaza de San Pedro.
El nacimiento, realizado con 1.300 metros cúbicos de arena de la playa italiana de Jesolo, ha sido donado por el patriarcado de Venecia y la ciudad de Jesolo y fue esculpido durante semanas por cuatro artistas, el estadounidense Richard Varano, el ruso Ilyá Filimóntsev, la holandesa Susanne Ruseler y el checo Rodovan Ziuny, sobre una superficie de unos 25 metros.
El abeto de Navidad procede del Bosque del Cansiglio, en la provincia de Pordenone (nordeste de Italia), fue donado por la diócesis de esa localidad y tiene unos 21 metros de altura.
La decoración y la iluminación de la Plaza de San Pedro fueron realizados en colaboración con Osram, que ofreció un sistema que limita el consumo de energía.
El papa Francisco aseguró que el árbol y el pesebre son "dos signos que nunca dejan de fascinarnos, nos hablan de la Navidad y nos ayudan a contemplar el misterio de Dios hecho hombre para estar cerca de cada uno de nosotros" al recibir a los donantes del árbol y el nacimiento.
La arena, "material pobre, recuerda la simplicidad, la pequeñez con que Dios se mostró con el nacimiento de Jesús en la precariedad de Belén", agregó el pontífice.
A la ceremonia asistieron el patriarca de Venecia, Francesco Moraglia, el obispo de Concordia-Pordenone, Giuseppe Pellegrini, y los presidentes de las regiones italianas del Veneto y de Friuli-Venezia Giulia, Luca Zaia y Massimiliano Fedriga.
El árbol y el pesebre se podrán ver hasta el 13 de enero. (EFE)
Comparte esta noticia