Once jóvenes que provocaron un escándalo en un tren de alta velocidad español que circulaba entre Madrid y Málaga (sur) fueron condenados a pagar 7.676 euros (7.540 dólares) por el retraso provocado.
Una despedida de soltero acabó saliéndole muy cara a los once jóvenes que provocaron un escándalo en un tren de alta velocidad español que circulaba entre Madrid y Málaga (sur), condenados ahora a pagar 7.676 euros (7.540 dólares) por el retraso provocado.
Los juerguistas tendrán que indemnizar a Renfe, la compañía de ferrocarriles española, con la cantidad que la empresa debió abonar a los otros 216 viajeros por los 23 minutos de retraso con los que el tren llegó a Málaga, según el comunicado emitido el lunes.
Los hechos ocurrieron el 6 de julio de 2018, cuando los jóvenes alteraron el orden del pasaje "gritando, cantando y golpeando las paredes del tren, haciendo caso omiso de las indicaciones y llamadas de atención del personal de Renfe".
Ante el desorden iniciado en la cafetería del vehículo, la empresa decidió aplicar el artículo de su reglamento que le "faculta para apear a los viajeros que alteren el orden o pongan en peligro la seguridad del transporte".
Pero el grupo, que según el comunicado se comportaba "de manera descontrolada", rechazó bajarse del tren en la estación de Córdoba, haciendo que tuviera que acudir la policía para desalojarlos finalmente.
Renfe denunció entonces el caso a la justicia y un tribunal madrileño le ha dado la razón.
Tras la condena, la cuenta de la despedida de soltero se ha encarecido sensiblemente para los asistentes: cada uno de los jóvenes deberá abonar 697,82 euros, precisa la compañía. AFP
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