El turismo, las cadenas hoteleras y los pequeños comercios en la ciudad de París tuvieron una caída entre 15 y 40% de sus ganancias, según el Gobierno de Emmanuel Macron.
Es una "catástrofe para los comercios, una catástrofe para nuestra economía", estimó el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, este domingo, después de cuatro sábados consecutivos de protestas de los "chalecos amarillos", un movimiento de la clase media sin líderes.
Comenzó como manifestaciones públicas en contra de un alza de los impuestos a los combustibles y se ha convertido en un movimiento popular frente a la pérdida de poder adquisitivo y contra el propio presidente de Francia Emmanuel Macron.
Macron ha cedido a las presiones de los manifestantes: anuló el alza del gravamen a los combustibles, que formaba parte de un plan para combatir el cambio climático, y congeló los precios del gas y la electricidad durante los próximos meses, pero tendrá que ir más allá para calmar la cólera de las calles.
El presidente de la República pronunciará un discurso a la nación a inicios de semana, en el que anunciará "medidas" para "reunir a toda la nación francesa", adelantó el sábado por la noche el primer ministro, Edouard Philippe, quien estimó que "ha llegado el tiempo del diálogo". El lunes por la mañana recibirá a sindicatos de trabajadores y organizaciones patronales.
Disparos de gases lacrimógenos, coches incendiados, barricadas en llamas y comercios desvalijados en París, disturbios y saqueos en Burdeos, Toulouse (ambas en el suroeste), Nantes (oeste) y Marsella (sureste), y bloqueos de carreteras en todo el país. Las imágenes del sábado volvieron a impactar a Francia y al mundo.}
El ministro dijo que la caída de la actividad -varios comercios tuvieron que cerrar a pocas semanas de la Navidad- es de al menos 15% en la gran distribución, y de hasta 40% para los pequeños comercios. En cuanto al turismo, las reservas para las vacaciones de Fin de Año retrocedieron en por lo menos 10%, según cifras del grupo nacional de cadenas hoteleras.
Llamado a Trump
"Es evidente que hemos subestimado la necesidad de nuestros conciudadanos de tomar la palabra, de expresar sus dificultades y de participar en la construcción de soluciones", admitió este domingo el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux.
A nivel internacional, el movimiento de los chalecos amarillos despierta simpatías y provoca reacciones políticas por una crisis que acorrala al presidente Macron, cuya popularidad se ha derrumbado en un año y medio de gobierno.
Manifestantes ataviados con chalecos amarillos se manifestaron el sábado en Bruselas, obligando a las autoridades a cerrar el barrio de las instituciones europeas. La marcha se saldó con 400 arrestos. También se vieron marchas en varias ciudades de Holanda.
AFP
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