Elif K. trató de disfrazar en dos ocasiones el empeoramiento de la salud de su bebé, pero finalmente la verdad afloró a la superficie. Esta es su historia, en la que confesó haberle inyectado sustancias químicas.
Un caso de maltrato infantil ha estremecido al mundo y viene de Turquía. Una joven mujer natural de Estambul fue encarcelada por la Policía tras admitir que torturaba sistemáticamente a su hija de un mes nacida porque “no podía amarla”.
Elif K. vivía con su marido y sus tres hijos en el distrito de Avcilar. Antes de su encarcelamiento, la bebé había sido llevada al hospital porque se enfermaba muy seguido y en poco tiempo. Los médicos turbados por una abominable sospecha llamaron a la Policía.
Según el diario El Español, la mujer pasó por un interrogatorio severo ante la Policía, sin embargo logró convencerlos de su inocencia y fue liberada. Sin embargo la tercera vez que la pequeña llegó de emergencia al Hospital de la Facultad de Medicina de la Universidad de Estambul, Elif no pudo seguir ocultando la verdad.
Los médicos detectaron que la paciente tenía una fractura en el cráneo, moretones y rasguños. De modo que decidieron impedir que la madre se acerque a su hija.
"Desde que tenía un mes, le inyecté lejía y jabón líquido en las orejas, la nariz y el ombligo, hasta que comenzó a sangrar. Entonces la llevé al hospital para recibir tratamiento. Cuando la dejaron volver a casa, continué torturándola. No puedo amar a mi hija, no puedo ser cálida con ella", fue la escalofriante confesión de la mujer ante un tribunal de Estambul que resolvió enviarla a prisión sin definir cuanto tiempo.
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