Tres días después de los comicios, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no terminó el escrutinio y según su última actualización, Evo Morales acumula un 46,31% frente a 37.10% para Carlos Mesa, cuando faltan por escrutarse menos del 3% de los sufragios válidos.
El presidente Evo Morales se declaró este miércoles "casi segurísimo" de ganar en primera vuelta su reelección en Bolivia, aunque la misión de la OEA sugirió convocar un balotaje en un contexto de paro general y llamados del opositor Carlos Mesa a la "movilización permanente".
"Yo estoy casi segurísimo que con los votos de áreas rurales vamos a ganar en la primera vuelta" a Mesa, dijo el mandatario izquierdista, cuando el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) apunta a un balotaje.
Tres días después de los comicios, el TSE no terminó el escrutinio y según su última actualización de las 11:49 p.m. (10:49 p.m. en Perú) Evo Morales acumula un 46,31% frente a 37.10% para Carlos Mesa, cuando faltan por escrutarse menos del 3% de los sufragios válidos.
Para evitar la segunda vuelta, Morales necesita un mínimo de 40% de los votos y una ventaja de 10 puntos respecto al segundo.
Ante el temor de que Morales venza en primera vuelta aupado por un tribunal electoral al que señalan de parcializado, Mesa logró aglutinar una alianza con partidos de derecha y líderes centristas para presionar por "que se cumpla la voluntad popular de definir la elección presidencial en una segunda vuelta".
Estados Unidos advirtió este miércoles que habrá "serias consecuencias" si "los votos emitidos por el pueblo" boliviano no son respetados, mientras un paro general indefinido comenzó en el marco del cual grupos leales y opositores al presidente se enfrentaron en la ciudad oriental de Santa Cruz.
Morales denunció que "está en proceso un golpe de Estado", en aparente referencia a las protestas y al paro indefinido. "Quiero que sepa el pueblo boliviano, que hasta ahora humildemente soportamos para evitar violencia y no hemos entrado en confrontación", sostuvo.
Su aliado venezolano Nicolás Maduro lo apoya: "Es un golpe de Estado anunciado, cantado y, puedo decir, derrotado. El pueblo boliviano derrotará la violencia".
Mesa, por su lado, instó "la movilización permanente" en forma "democrática y pacífica" en defensa del voto, hasta que el tribunal electoral "reconozca que la segunda vuelta debe realizarse".
"No vamos a permitir que se nos robe por segunda vez una elección", agregó en relación al resultado de un referendo que fue desconocido por Morales para postularse a un cuarto mandato.
Paro y protestas
Una ola de violencia estalló el domingo en diversas regiones tras los comicios y ha tenido como blanco las sedes de los tribunales electorales. La protesta de la noche del martes en La Paz congregó a miles de personas que gritaban "¡Fraude, fraude, fraude!".
El paro indefinido convocado por un colectivo de organizaciones civiles de los nueve departamentos del país comenzó a tomar cuerpo en Santa Cruz (900 km al este de La Paz), donde manifestantes quemaron la noche del martes parte de la sede del tribunal electoral.
Un adulto y un joven resultaron heridos por pedradas en la cabeza en choques entre leales y opositores a Morales, constataron un reportero de la AFP y el canal de televisión Bolivisión.
La huelga también comenzó a organizarse en la rica región minera de Potosí y en otras zonas.
"Seremos los jóvenes que haremos respetar la democracia y los que sacaremos del palacio (de Gobierno) a Evo Morales", dijo César Ramos, presidente del comité civil juvenil de Tarija (sur).
Balotaje, "mejor opción"
La Misión de Observación Electoral (MOE) de la OEA en Bolivia dijo el miércoles que considera como "mejor opción" la realización de un balotaje para dirimir la reñida elección entre Morales y Mesa, una opción respaldada también por la Iglesia boliviana.
"Debido al contexto y las problemáticas evidenciadas en este proceso electoral, continuaría siendo una mejor opción convocar a una segunda vuelta", señaló el director de Observación Electoral de la OEA, Gerardo Icaza, al revelar el informe preliminar de la MOE en Bolivia en una reunión de emergencia del organismo continental en Washington, que también insta a concluir "con celeridad" el escrutinio.
Pero el ministro boliviano de Justicia, Héctor Arce, pidió sin esperar el cómputo oficial final, y denunció que un llamado de pasar directamente a un balotaje "sería desconocer" la Constitución y, "lo que es peor, desconocer la voluntad popular".
En tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó a Bolivia a garantizar la seguridad, la integridad y las libertad ciudadanas, al expresar su "preocupación ante los graves hechos de violencia".
El domingo por la noche, basándose en un conteo electrónico rápido de votos organizado por el TSE, Mesa celebró su paso a segunda vuelta.
Sin embargo, tras esos datos parciales el TSE detuvo durante 20 horas el conteo, provocando recelo y rechazo en la oposición, así como preocupación internacional por la transparencia del escrutinio.
Luego del controvertido giro que dio el resultado parcial de los comicios -que llegó a proyectar temporalmente a Morales como ganador en primera vuelta-, la OEA aceptó hacer una auditoría del proceso electoral a pedido del gobierno boliviano.
(Con información de AFP)
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