Los efectivos ingresaron al palacio presidencial de Planalto, donde los seguidores radicales del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron para solicitar una intervención militar al gobierno de Lula da Silva.
Policías antidisturbios accedieron este domingo al palacio presidencial de Planalto, sede del Gobierno de Brasil, que está tomado por cientos de seguidores radicales del expresidente Jair Bolsonaro.
Decenas de agentes subieron la rampa que da acceso a la primera planta del palacio disparando gases lacrimógenos, mientras otro grupo de uniformados rodeaba el edificio.
Los policías también entraron a la sede del Supremo Tribunal Federal, retomando el control del edificio, que también fue tomado por radicales.
Los antidisturbios continúan enfrentándose a los radicales en las inmediaciones de la plaza de los Tres Poderes, donde se ubican las sedes del Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
Centenares de bolsonaristas siguen ocupando la sede del Congreso Nacional, mientras los policías mantienen un cerco en la zona, según imágenes captadas por las televisiones.
Ataque a la democracia
Miles de radicales de extrema derecha, partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, entraron violentamente este domingo en el palacio de Planalto y en las sedes del Legislativo y del Tribunal Supremo causando daños en el mobiliario de estos edificios.
Los manifestantes no reconocen el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 30 de octubre y tratan de promover un golpe de Estado contra Lula, quien asumió la Presidencia el pasado 1 de enero.
Después de los graves hechos, Lula decretó la intervención de los órganos de seguridad de Brasilia, para poner a los cuerpos policiales regionales bajo las órdenes directas del Gobierno.
(Con información de EFE)
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