Los asaltantes trataron de interceptar a tiros a la aeronave que transportaba valijas con dinero para cajeros automáticos. Los delincuentes, que portaban armas de guerra, fueron acribillados por la Policía.
El intento de asaltar la carga de una avioneta de transporte de valores fue lo último que hicieron cinco supuestos delincuentes antes de ser abatidos este miércoles en un enfrentamiento armado con la Policía en el aeropuerto de Salgueiro, en el estado de Pernambuco en Brasil.
Los asaltantes, armados con fusiles y ametralladoras, invadieron la pista del aeropuerto tras rendir a los vigilantes en un intento de apoderarse de las valijas de dinero que estaban en el avión utilizado para abastecer los cajeros bancarios electrónicos de Salgueiro, según un comunicado de la Policía Federal. Fotografías difundidas en redes sociales muestra el vehículo de los asaltantes, acribillado y en su interior abundante armamento pesado.
Los delincuentes también llegaron a rendir a los vigilantes de los carros de transporte de valores que recibirían las valijas e hicieron disparos contra el avión para obligar al piloto, que quedó herido pero está fuera de peligro, a parar en medio de la pista, según el organismo.
El asalto, sin embargo, fue frustrado por los agentes de la Policía Federal responsables por la seguridad del aeropuerto, quienes protagonizaron un intenso intercambio de disparos con los invasores antes de que pudieran apoderarse del botín.
Cinco detenidos y armamento pesado incautado
Además de los cinco hombres muertos en el tiroteo, otros cinco fueron detenidos, uno de los cuales resultó herido y fue trasladado a un hospital.
En la operación la Policía Federal se incautó de seis fusiles de guerra y una ametralladora que estaban en uno de los vehículos usados por la banda de delincuentes. De acuerdo con el organismo, un grupo aún no determinado de asaltantes consiguió huir en otro vehículo con rumbo hasta ahora desconocido.
La Policía Federal informó de que la banda desarticulada es la principal responsable por asaltos a bancos y a vehículos de transporte de valores en Pernambuco, uno de los principales estados del nordeste de Brasil, y venía siendo investigada desde hacía un año. (EFE)
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