El cuerpo de la menor fue hallado a orillas de un río, con signos de violencia.
Una turba quemó vivo a un adolescente de 16 años acusado como el principal sospechoso de la violación y asesinato de una niña de siete años en un poblado de la región boliviana de Potosí. El comandante departamental, Marco Encinas, dijo que el suceso ocurrió el fin de semana en la localidad de Toro Toro.
Según las investigaciones preliminares, la niña fue vista conversando el sábado con el adolescente en un desfile folclórico de carnaval. Un día después, el cuerpo de la menor fue hallado a orillas de un río cercano a Toro Toro, con signos de violencia.
Así sucedieron los hechos. La Policía detuvo al adolescente y lo llevó a un recinto policial para tomar su declaración. Sin embargo, al enterarse del suceso, los pobladores acudieron al lugar para hacer justicia por mano propia.
"Cuando se estaban tomando las declaraciones a los testigos en la localidad de Toro Toro, agredieron a todas las personas que estaban al interior del recinto policial, sacaron al aprehendido y procedieron a quemarlo en las puertas de la unidad policial", explicó Encinas.
No pudieron hacer nada. La fiscal a cargo del caso, el médico forense y los policías del pueblo "no pudieron hacer más nada porque la turba estaba completamente enardecida". Las autoridades permanecieron "al margen de estos hechos", dijo Encinas.
Los casos de linchamientos son relativamente habituales en el área rural y algunos barrios periurbanos de Bolivia. En ocasiones, quienes cometen los linchamientos se justifican por la "justicia comunitaria", reconocida en la Constitución boliviana de 2009, pero las autoridades han explicado varias veces que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni la pena de muerte. EFE
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