La comisión tendrá 21 miembros y durante los próximos diez días deberá elaborar un informe que luego irá a votación en el pleno del Senado.
El Senado brasileño instaló este lunes una comisión especial que decidirá si la presidenta Dilma Rousseff responderá a un juicio político por unas maniobras contables que maquillaron los resultados del Gobierno en 2014 y 2015.
La comisión tendrá 21 miembros, cuyos nombres fueron confirmados, y durante los próximos diez días deberá elaborar un informe sobre el asunto, que luego irá a votación en el pleno del Senado.
Si el pleno aprueba la apertura del juicio político por mayoría simple entre sus 81 miembros, lo cual puede ocurrir alrededor del 10 de mayo, Rousseff será obligada a separarse de su cargo mientras dure el proceso, que tendrá un plazo de 180 días.
En ese caso, Rousseff será sustituida durante ese período por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019 si se llegara a una destitución.
Una relación tirante
La relación entre Rousseff y Temer está completamente rota y la mandataria ha asegurado que su vicepresidente es "uno de los jefes" de una "conspiración" que supuestamente intenta recortar su mandato.
El vicepresidente ha negado que trabaje por la caída de Rousseff, pero en las últimas semanas ha mantenido constantes consultas con personalidades de la política y la economía, al parecer con miras a lo que pudiera ser su eventual Gobierno.
La comisión celebrará su primera reunión mañana martes, cuando serán elegidos el senador que la presidirá y el que asumirá el papel de instructor del caso.
Distribución de la comisión
La comisión fue constituida en forma proporcional, en función de los escaños que cada fuerza política tiene en el Senado.
El mayor número de miembros (cinco) recayó en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), primera minoría con 18 senadores y liderado por Temer.
El opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) tendrá tres miembros, igual que el Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff y que articula las fuerzas oficialistas, que parecen estar en minoría en la comisión de senadores.
A los tres miembros del PT, el arco claramente oficialista solo suma en la comisión otros tres senadores de los partidos de la República (PR), Democrático Laborista (PDT) y Comunista do Brasil (PCdoB), con un miembro cada uno.
Los otros siete cargos en la comisión han quedado distribuidos entre cinco partidos que, al menos en el paso previo de la Cámara de Diputados, votaron a favor de que se inicie el juicio político a Rousseff. EFE
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