La presidenta de Brasil lo dijo en rueda de prensa tras la resolución de la cámara de Diputados que aprobó abrir juicio político contra ella.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy que está dispuesta a defender su mandato ante el Senado, que deberá decidir si será sometida a un juicio político, y aunque confesó sentirse "triste", sostuvo que derrotará el "golpe".
La mandataria convocó una rueda de prensa un día después de que la Cámara de Diputados aprobó y remitió al Senado un pedido para que se inicie un juicio con miras a su destitución por maniobras contables que el Gobierno realizó para maquillar sus resultados en los últimos dos años.
Dilma Rousseff admitió estar "triste", pero no "abatida", y dijo que ha quedado frente a una "situación que solo puede provocar una inmensa sensación de injusticia y de que hay en Brasil una violencia contra la verdad, la democracia y el Estado de Derecho".
Otros presidentes lo hicieron
"Practiqué esos actos, que son practicados por todo presidente en el ejercicio de su cargo, y cuando un presidente practica actos administrativos lo hace basado en toda una cadena de decisión, con análisis técnicos y jurídicos", indicó Dilma Rousseff . Por momentos emocionada, apuntó que con otros mandatarios esas maniobras "fueron consideradas legales" y que siente que a ella le "reservan un tratamiento que no se le dio a nadie".
También consideró "interesante" que no hay en su contra "ninguna acusación de desvíos de dinero, de enriquecimiento ilícito o de ocultar cuentas en el exterior", que sí pesan contra quienes la juzgan, en alusión al presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, imputado por esos delitos. EFE
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