El presidente Emmanuel Macron buscó al príncipe Mohamed Bil Salman, cuestionado internacionalmente por el asesinato del periodista saudí Jamal Kashoggi. "Soy un hombre de palabra", le advirtió Macron.
El Príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman es objeto de controversia mundial por el asesinato en octubre pasado del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, un caso con el que le relacionan países como Turquía y la inteligencia estadounidense.
Precisamente durante su participación en la cumbre G20 celebrada en Buenos Aires (Argentina), fue increpado por uno de los principales líderes del evento internacional, el presidente de Francia Emmanuel Macron cuyo Gobierno dispuso sanciones para 18 saudíes implicados en el crimen.
Macron buscó a Bin Salman y sostuvieron un tenso cruce de palabras mientras eran grabados por una cámara del diario británico The Guardian. Antes de llegar a Buenos Aires, el líder francés había advertido que se debe “saber toda la verdad sobre el asesinato del periodista” y que podrá “comentar el asunto” con Bil Salman.
Breve conversación
“No te preocupes”, le dice el príncipe heredero a Macron en un tono cordial y este le contesta, “si me preocupo, estoy preocupado”. Ambos se miran directamente y el líder saudí esboza una ligera sonrisa.
“Te lo dije”, comenta Macron haciendo un ademán con las manos, a lo que Bil Salman responde “si eso es correcto”. “Te lo dije”, insiste Macron y luego agrega en tono más serio “sabes a lo que me refiero”. Después de ese instante un fragmento del diálogo no se pudo escuchar con claridad.
En otro pasaje, Macron le increpa “Tú nunca me escuchas” y el príncipe contesta “No, yo te escucho por supuesto”. “Soy un hombre de palabra”, le advierte Macron al tiempo que le da la espalda a la cámara y baja el tono de voz ante la presencia de más periodistas.
Asesinato a Jamal Kashoggi
Khashoggi, que vivía en Washington (Estados Unidos), desapareció el pasado 2 de octubre, cuando entró en el consulado saudí en Estambul (Turquía) por unos documentos para su boda con Hatice Cengiz. Ella esperó frente al consulado mientras su prometido hacía los trámites y, al ver que no salía, alertó a las autoridades turcas.
Un grupo de 15 agentes enviados de Arabia Saudita torturaron al editorialista, lo descuartizaron y luego disolvieron con ácido los restos, que finalmente fueron a parar al desagüe, según indica el diario turco Sabah.
(Con información de EFE)
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