El presidente afgano Ashraf Ghani, conocido por ser un economista experto en Estados fallidos, abandonó su país frente al avance de los talibanes.
El presidente Ashraf Ghani, un economista de carácter fuerte presentado a menudo como un experto en Estados en quiebra, se ha convertido en pocos años en la imagen de un Afganistán fallido pese a la ayuda internacional.
Tras haber sido elegido en 2014 con la promesa de reedificar un nuevo país y de terminar con la corrupción que lo corroía, Ghani no ha cumplido ninguna de estas dos promesas y este domingo abandono el país –dijo su ex vicepresidente Abdullah Abdullahi– mientras los talibanes se mantenían atrincherados en las afueras de la capital tras una fulgurante ofensiva en la que tomaron el control del país.
Vida profesional y política de Ashraf Ghani
Ashraf Ghani, de 72 años, estudió en la universidad neoyorquina de Columbia antes de convertirse en profesor de Ciencias Políticas y Antropología en los años 80, cuando Afganistán se hallaba bajo ocupación rusa. En 1991, entró en el Banco Mundial. Su regreso al país se produjo justo después de la caída de los talibanes, tras la invasión de Estados Unidos en 2001.
En su país natal fue primero consejero especial de Naciones Unidas antes de convertirse en uno de los artífices del gobierno provisional. Entre 2002 y 2004, fue ministro de Finanzas del presidente Hamid Karzaï, instaló una nueva moneda, reformó el sistema fiscal, alentó a la diáspora a volver y tejió relaciones con los acreedores internacionales que financiaban al gobierno.
También hizo campaña contra la corrupción que gangrenaba ya las nuevas instituciones y adquirió una reputación de hombre inflexible, a menudo con un carácter muy severo que le persigue hasta hoy.
Ashraf Ghani, recluido en palacio de Afganistán
Nunca ha dejado que nadie se "acerque demasiado", según el ensayista paquistaní Ahmed Rashid, que le conoce desde hace más de 30 años. "Sus ataques de ira y su arrogancia hacia sus compatriotas afganos lo han convertido en un personaje detestado", agrega sobre Ashraf Ghani.
Tras perder estrepitosamente en las elecciones presidenciales de Afganistán en 2009, cuando fue cuarto, con tan solo 2,94 % de los votos, Ashraf Ghani vuelve a hacer campaña en 2014 y elige una manera muy polémica. En su lista figura Abdul Rashid Dostom, un gran señor de la guerra que está acusado de haber masacrado a centenares de presos talibanes en 2001.
En la primera vuelta obtiene un 31,6 % de los votos, por detrás del 45 % logrado por su rival Abdullah Abdullah, pero triunfa en la segunda, al lograr un 55% de los votos en unas votaciones enturbiadas por las irregularidades. Su acceso al poder se concreta por un acuerdo con su rival, que se convierte en jefe de un gobierno de unidad nacional auspiciado por EE.UU.
Antes de lanzarse a la conquista de la presidencia, Ghani supervisaba la transferencia de atribuciones de las tropas de la coalición de la OTAN a los afganos. Sus relaciones con Estados Unidos, que parecían ser buenas, se envenenaron cuando Washington decidió negociar directamente con los talibanes en Doha.
Su aliado lo dejó de lado en estas conversaciones ya que los talibanes así lo pidieron y posteriormente Washington le obligó a liberar a 5 000 insurgentes, una condición estipulada en unas negociaciones que finalmente no han prosperado.
Todos los ofrecimientos de paz, excepto una tregua breve en junio de 2018, fueron rechazados por los insurgentes, que califican al gobierno de Ashraf Ghani de "marioneta" de Estados Unidos. El mandatario instó a luchar contra los talibanes "durante generaciones" si las negociaciones fracasaban en este país que lleva 40 años en guerra.
El presidente está casado con Rula, a la que conoció cuando estudiaba en la Universidad Aamericana de Beirut, y tiene dos hijos. Recientemente, superó un cáncer de estómago que le obliga a seguir a rajatabla un severo régimen.
"No preveo llevar una vida aislada", había dicho a la AFP antes de convertirse en presidente de Afganistán. Pero finalmente sí lo hizo y cada vez se aisló más en su palacio y solo confiaba en un puñado de colaboradores. (AFP)
PODCAST RPP | Mirtha Vásquez: bancada de Perú Libre no habría tenido la pericia para obtener las comisiones que solicitó
La expresidenta del Parlamento, Mirtha Vásquez, consideró inusual que el presidente de la República acuda al Congreso para abordar, entre otros temas, la dirección de las comisiones.
Comparte esta noticia