A la espera de una "chispa de la guerra". La tensión entre Irán y Estados Unidos ha escalado desde que este último se retiró del acuerdo nuclear de 2015 y volvió a imponer sanciones el 2018 a Irán, incluido a su sector petrolero.
El comandante de los Guardianes de la Revolución de Irán Amir Ali Hayizadeh advirtió este domingo de que las bases militares y los barcos de Estados Unidos en el golfo Pérsico están al alcance de los misiles iraníes.
"Además de las bases estadounidenses en la región, tenemos todas sus embarcaciones, incluidos buques de guerra, a una distancia de hasta 2.000 kilómetros al alcance del fuego de nuestros misiles", dijo el comandante de la División Aeroespacial de los Guardianes.
Hayizadeh afirmó asimismo que están "vigilando constantemente" las naves estadounidenses, según las declaraciones publicadas por la agencia semioficial Fars.
"En cualquier punto en el que estén, es suficiente que se prenda la chispa de la guerra para que ataquemos sus naves", amenazó.
El comandante citó como eventuales objetivos los buques de guerra estadounidenses en el mar de Omán y sus bases militares en Catar y Emiratos Árabes Unidos.
Aunque indicó que en su opinión EEUU no busca un conflicto, subrayó que Irán ha desarrollado su capacidad defensiva y está "preparado para una gran guerra".
Tensión en aumento
Estas declaraciones coinciden con las acusaciones hechas el sábado por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, sobre la responsabilidad de Irán en los ataques con drones contra la petrolera estatal saudí Aramco.
Los ataques, que supusieron una reducción de cerca del 50 % en la producción de crudo de Aramco, fueron reivindicados por los rebeldes hutíes yemeníes, que cuentan con el apoyo de Irán.
No obstante, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní negó este domingo la implicación de su país en los citados ataques y denunció planes de servicios de inteligencia para "destruir la imagen" de Irán.
La tensión entre Teherán y Washington ha escalado desde que EEUU se retiró del acuerdo nuclear de 2015 y volvió a imponer sanciones el año pasado a Irán, incluido a su sector petrolero.
A esto se ha sumado una creciente inestabilidad en el golfo Pérsico, donde se han registrado en los últimos meses ataques a barcos y el derribo por parte de la Guardia Revolucionaria de un dron estadounidense.
EFE
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