El 80 por ciento de la ciudad iraqui está destruida tras meses de combates y debido a que los terroristas del ISIS hicieron explotar cientos de edificios antes de huir.
El ejército iraquí anunció en la víspera la liberación de Ramadi, una gran ciudad al oeste de Bagdad que estaba en manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) desde el pasado mes de mayo; sin embargo tras recorrer el área liberada las autoridades del País han informado que el 80 por ciento de la urbe esta totalmente destruido.
La Gobernación de la provincia de Al Anbar, cuya capital es Ramadi, explicó en un comunicado que la mayoría de las viviendas están destruidas y que por el momento son inhabitables. Gran parte de los edificios gubernamentales están también en ruinas.
La ciudad y en especial su centro, donde se ubica el complejo gubernamental, fue un auténtico campo de batalla durante la última semana de ofensiva militar, pero sufrió además los estragos de la guerra desde que en mayo fue capturada por el Estado Islámico.
La nota también denunció que los yihadistas destruyeron con explosivos edificios oficiales y casas de miembros de las fuerzas de seguridad antes de abandonar la ciudad.
Algunas casas han sido destruidas también por los bombardeos de la aviación de la coalición internacional e iraquí, porque habían sido convertidas en sedes y cuarteles de los yihadistas.
El lunes, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, dijo en su discurso que los terroristas habían colocado artefactos explosivos en casas, mezquitas, hospitales y calles, con el objetivo de impedir la llegada de las fuerzas iraquíes a la ciudad.
Las fuerzas iraquíes trabajan de hecho en la desactivación de estos artefactos, pero estas tareas llevarán tiempo debido a la gran cantidad de explosivos y a que es difícil hallarlos entre los escombros.
Pese a todo, en Ramadi reina la calma, mientras las autoridades abordan los medios para garantizar su seguridad.Con información de EFE
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