"Es parte de la copia del apócrifo del Génesis, el único testimonio físico de este documento en el mundo", explicó el encargado de la exposición.
El Museo de Israel, que guarda los milenarios Rollos del Mar Muerto, unos misteriosos documentos bíblicos, muestra ahora durante tres meses un fragmento antiguo del apócrifo del Génesis, nunca expuesto antes al público. La exhibicíón se realiza gracias a una pionera innovación tecnológica de este país.
"Esto es parte de la copia del apócrifo del Génesis, el único testimonio físico de este documento en el mundo", cuenta el comisario de la exposición, Adolfo Roitman, mientras señala la vitrina donde está el fragmento del manuscrito, cubierta con un cristal inteligente diseñado para protegerle de cualquier tipo de degradación.
El contenido
"El contenido del fragmento expuesto es la columna diez del apócrifo del Génesis y trata sobre el patriarca bíblico Noé después del diluvio universal", explica Roitman. "En la versión bíblica del Pentatéuco, el Dios de Israel, Yavé, ordena a Noé que salga del arca con su familia. Una vez fuera, el patriarca realiza un sacrificio de agradecimiento, pero en el fragmento del apócrifo del Génesis, se nos dice que el sacrificio no se hizo fuera del arca, sino dentro de ella", dice, desvelando uno de los contenidos destacados del pergamino.
"Las luces que iluminan el documento, encendidas cada 30 segundos, están integradas dentro del propio cristal, una novedad tecnológica que permite al público ver el manuscrito y también evitar todo el daño posible al pergamino, que ya de por sí es enormemente sensible", añade el comisario, que considera los rollos del Mar Muerto como "una ventana al mundo antiguo".
Protección
El pequeño fragmento expuesto del apócrifo del Génesis, un pergamino con estado de deterioro avanzado que será exhibido tres meses más para guardarse después bajo estrictas medidas de conservación, está sellado en una vitrina. Esta cuenta con un dispositivo de registro de datos que permite conocer el grado de temperatura y humedad de la caja.
Según el investigador, este sistema tecnológico avanzado "permite saber si las condiciones climáticas del documento se ven modificadas y así cambiar la estrategia de exposición". "El propósito es exponer el manuscrito original, pero siempre teniendo en cuenta que nuestra obligación es preservarlo para las próximas generaciones", comenta el comisario, que subraya el valor del contenido del manuscrito. EFE
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