Del total de víctimas, 4162 eran civiles y de ellos 1013 eran niños, asegura el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. También murieron 2861 combatientes del grupo terrorista Estado Islámico.
Al menos 10 102 personas, entre civiles y combatientes opositores al régimen del presidente sirio Bashar al Asad, han muerto en Siria por los ataques de la aviación de Rusia, aliada del Gobierno, en los últimos trece meses, informó este lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esas víctimas mortales, al menos 4162 eran civiles, y de ellos, 1013 eran menores de edad y 584 mujeres. Los bombardeos rusos, que comenzaron en septiembre de 2015, también han causado bajas en las filas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), que ha perdido 2861 combatientes en esos ataques. Asimismo, al menos 3079 milicianos rebeldes e islamistas, así como del Frente de la Conquista del Levante (ex Frente al Nusra), el Partido Islámico del Turkestán y combatientes extranjeros han resultado muertos en esos ataques.
El Observatorio recordó que Rusia ha usado en sus bombardeos aéreos bombas de racimo cargadas con una sustancia denominada termita, compuesta de polvo de aluminio y óxido de hierro, que causa quemaduras porque su combustión dura alrededor de tres segundos tras ser lanzada. Asimismo, la ONG dijo que ese tipo de bombas, que pesan alrededor 500 kilos, están compuestas de entre 50 y 110 proyectiles, los cuales están cargados con termita y tienen un alcance de entre 20 y 30 metros.
Tanto Rusia como Siria afirman que los bombardeos son contra organizaciones terroristas, pero el Observatorio y opositores aseguran que los aviones rusos también tienen como blanco zonas residenciales y bases de brigadas opositoras, como el Ejército Libre Sirio (ELS).
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