De esas víctimas, al menos 2.001 eran civiles, entre ellos 77 menores y 106 mujeres.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha asesinado a un total de 3.707 personas en Siria desde el anuncio del califato hace dieciocho meses, según el recuento difundido por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esas víctimas, al menos 2.001 eran civiles, entre ellos 77 menores y 106 mujeres, que perdieron la vida por disparos en la cabeza, decapitados, lapidados o arrojados desde lo alto de edificios por los radicales en distintas partes de Siria.
Los extremistas también han matado en este tiempo a 255 prisioneros que pertenecían a facciones islámicas rivales, al Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda- y a la milicia kurdosiria Unidades de Protección del Pueblo.
Además, un total de 1.024 efectivos del régimen sirio y combatientes de grupos leales al presidente Bachar al Asad han fallecido a manos de los yihadistas tras ser capturados por el EI.
A ellos se suman siete personas, entre las que figura un menor de edad, acusadas por los radicales de colaborar con el régimen y las Fuerzas de Defensa Nacional, milicia progubernamental.
Asimismo, el EI ha asesinado a 420 de sus miembros por supuestamente espiar para otros países, colaborar para la coalición internacional liderada por EEUU o por intentar huir fuera de los dominios de la organización.
El Observatorio subraya que la mayoría de estos integrantes del EI perecieron después de que fueran interceptados por milicianos del grupo cuando trataban de abandonar Siria.
El EI, de tendencia extremista suní, proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde ha tomado territorios del norte y el centro de ambos países. EFE
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