No obstante, Rusia mantendrá en Siria su base aérea de Jemeim y su capacidad aérea para poder controlar el cumplimiento del alto el fuego, según informó el Kremlin.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó la retirada del grueso de las fuerzas militares rusas desplegadas en Siria al considerar que ya han cumplido su misión tras seis meses de operación aérea.
"Creo que la tarea que nuestras Fuerzas Armadas y el ministerio de Defensa tenían por delante se ha cumplido totalmente, por eso ordeno al ministro de Defensa que desde mañana comience el repliegue del grueso de nuestras fuerzas de Siria", anunció el líder ruso.
Putin telefoneó al líder sirio, Bachar al Asad, para transmitirle la decisión y comunicarle que Rusia mantendrá en Siria su base aérea de Jemeim y su capacidad aérea para poder controlar el cumplimiento del alto el fuego.
"Nuestro bases, la marítima en Tartus y la de aviación en el aeródromo de Jemeim seguirán funcionando. Deben ser defendidas por tierra, mar y aire", precisó Putin durante una reunión con responsables de Defensa y Exteriores difundida por lo medios rusos.
Bachar al Asad agradece a Rusia
A partir de ahora, agregó, esas bases "deben cumplir una función muy importante de control sobre el alto el fuego y la creación de las condiciones para el proceso de paz".
"El presidente ruso constató que los principales objetivos que se marcaron las Fuerzas Armadas de Rusia en Siria se han cumplido", señala el comunicado oficial.
Según informó el Kremlin, Asad agradeció a su colega ruso la ayuda prestada en la "lucha contra el terrorismo" y la asistencia humanitaria a la población civil.
EFE
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