Luego de que se lo amputaran, lo guardó en su congeladora por un mes hasta que lo llevó a un taxidermista para que disecara el esqueleto.
Cuando Mark Holmgren tenía 17 años sufrió un grave accidente en moto: debido a que conducía demasiado rápido, resbaló en una curva y al caer cortó los nervios de su hombro. A causa de que no sentía ninguna parte de su brazo, en abril del 2019 tomaron la decisión de amputárselo.
Un mes después de la operación, Holmgren fue al hospital a recoger el brazo, que llevó hasta su casa en una bolsa de basura. Ahí, lo tuvo en su refrigeradora durante un mes, con la idea de llevarlo a un taxidermista para que conservase solo el esqueleto. El singular trabajo, no obstante, fue rechazado por varios especialistas.
“No querían tocar partes del cuerpo de una persona”, explicó. Grande fue su alegría cuando conoció a Legends Taxidermy, quienes accedieron a disecar su brazo. El resultado final le fue devuelto justo para Navidad.
“Es lo más extraño que hemos hecho, pero nos sentimos bastante realizados al ver el resultado”, indicaron los taxidermistas en su página de Facebook.
Por su parte, Holmgren, quien ahora tiene 37 años, manifestó que aunque las personas tienen todo tipo de reacciones al ver el esqueleto de su brazo, no se arrepiente de haberlo hecho.
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