Los menores del centro de reclusión eran desnudados, golpeados y amarrados, incluso les echaban gases lacrimógenos. Situación que generó indignación.
Un adolescente con el cuello atado al respaldo de una silla y la cabeza cubierta por una capucha, así como el uso de gas lacrimógeno en las celdas de menores son algunos abusos que los guardias del centro de internamiento juvenil Don Dale (Asuatrlia) cometían con los internos, según un documental del programa Four Corners, de la televisión estatal ABC.
Tortura. Las imágenes muestran las torturas grabadas por las cámaras de seguridad del recinto y otros dispositivos electrónicos que llevaban los propios guardas. En uno de los episodios más duros del reportaje periodístico, Voller aparece con la cabeza cubierta por una capucha blanca que le dificulta la respiración, y se ve cómo le atan a una silla con grilletes, las piernas, los brazos y el cuello, y lo dejan solo en castigo por tratar de autolesionarse. “Relájate (...) Volveremos a visitarte. No te queremos mantener así", le dice al adolescente uno de los efectivos, en el documental de Four Coners.
Gases lacrimógenos. Otra grabación, de 2014, muestra a los cuidadores cuando rocían con gases lacrimógenos una celda donde se encuentra media docena de jóvenes y, entre risas, arremeten contra ellos sin ningún intento de negociar o tranquilizar a los menores.
Los internos. Jake Roper, uno de los niños aborígenes que aparecen en esas imágenes, ingresó en Don Dale por robar un coche mientras se encontraba sin hogar. Él pasó 15 días en una celda de aislamiento por intentar escaparse y comenta que el tiempo que pasó internado en el reformatorio fue “básicamente tratado como un animal”.
Niños aborígenes. Los aborígenes entre 10 y 17 años representan el 59% de la población carcelaria en Australia, un país de 23 millones de habitantes, de los cuales unos 450,000 son aborígenes, según datos de Amnistía Internacional. Los aborígenes australianos han sido víctimas de constante maltrato desde la colonización, además de desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente. Incluso durante décadas y en pleno siglo XX sus hijos les fueron arrebatados para ser cuidados por familias o instituciones de blancos en lo que se denominó "la generación robada", que afectó a unos 100,000 menores aborígenes separados de sus familias entre 1910 y 1970, explica la agencia EFE.
Consternación y reacciones. El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, anunció una investigación en los reformatorios del norte del país, donde vive una amplia población aborigen, tras la difusión de videos y fotografías de casos de tortura a jóvenes detenidos en Darwin. Una de las primeras reacciones del Gobierno ha sido la destitución del ministro de Servicios Penitenciarios del Territorio Norte, John Elferink. Líderes políticos y sociales, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y usuarios de las redes sociales han condenado las torturas, el maltrato y los abusos verbales, como los innumerables insultos que proferían los guardias a las víctimas internadas en el reformatorio, donde se recluía a niños de entre 10 y 17 años, informa BBC.
Reformatorios. En el Territorio Norte, cuya capital es Darwin y cuenta con una amplia población aborigen, el 96% de los menores recluidos en los reformatorios son indígenas, y muchos de ellos han sufrido abandono o conflictos familiares.
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