Un reporte revela, además, que ante un entorno en el que el bolívar es cada vez más escaso por la falta de papel moneda y donde además el dólar circula casi a la par de la moneda local, la banca de Venezuela ha reducido su tamaño, lo que se refleja en el número de oficinas y de cajeros automáticos disponibles.
La banca de Venezuela cerró el 2019 con una cartera crediticia de 218,55 millones de dólares, lo que representa un descenso del 72,66 % en comparación con el volumen de préstamos del año anterior, según el reporte mensual publicado por la Superintendencia de Bancos (Sudeban).
El sistema financiero venezolano, conformado por 23 instituciones privadas y 6 públicas, registró 10,18 billones de bolívares en créditos al cierre de 2019, que representan unos 218,55 millones de dólares a la tasa oficial de cambio vigente para esa fecha, en comparación con los 799,43 millones de dólares que totalizó un año antes.
Cerca de la mitad de los préstamos fueron destinados a los créditos comerciales (unos 112,02 millones de dólares), en tanto que los montos dedicados para el sector agrícola sumaron 41,62 millones de dólares y para la manufactura otros 33,15 millones de dólares.
Efecto de la contracción de la liquidez
Durante el año pasado, analistas financieros advirtieron que la política restrictiva de liquidez de las autoridades venezolanas repercutió directamente sobre la banca al limitar los fondos disponibles para créditos a través del llamado "encaje legal" o porcentaje de los depósitos que los bancos deben inmovilizar.
Por este motivo, la intermediación financiera se ubicó en el 13,29 %, es decir, por cada 100 bolívares en depósitos del público recibidos, la banca prestó 13,29 bolívares.
Esta estrategia, que buscaba limitar el número de bolívares en el sistema, permitió contener la inflación -según el Banco Central de Venezuela (BCV) los precios crecieron en 9.585,50 % en 2019, por debajo del 130.060,2 % del año anterior- pero a costa de la contracción del aparato productivo.
La economía venezolana se ha contraído más de un 50 % en el último lustro.
Baja el número de oficinas
En un entorno en el que el bolívar es cada vez más escaso por la falta de papel moneda y donde además el dólar circula casi a la par de la moneda local, la banca ha reducido su tamaño, lo que se refleja en el número de oficinas y de cajeros automáticos disponibles.
Según el reporte de Sudeban, los bancos venezolanos tenían 3.194 locales para diciembre de 2019, en tanto que un año antes sumaban 3.406 agencias.
En tanto que los cajeros automáticos sumaron 4.910 unidades en 2019, un 24,8 % menos que doce meses antes. En vista de la escasez del papel moneda, estos equipos son usados principalmente para hacer consultas.
EFE
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