Los puertorriqueños hicieron bailar a la Quinta Vergara en la última jornada del Festival.
Los reguetoneros puertorriqueños Don Omar y Wisin encendieron la noche más latina de la 57 edición del Festival Viña del Mar, que con esta jornada culminó seis días de música y espectáculo televisivo.
Wisin, uno de los talentos más populares de la música urbana, arrancó la velada bailable con un espectáculo discotequero muy pretencioso en el que se echó en falta la voz en vivo del artista, pues el centroamericano hizo "playback" durante todo el recital.
Sus seguidores no lo perdonaron y a través de las redes sociales manifestaron su descontento. "Wisin trajo el pendrive pero se olvidó su voz", comentaban algunos usuarios en Twitter.
Con un traje de cuero negro agujereado, gafas de sol y una gruesa cadena de oro, el puertorriqueño repasó algunos de sus mejores éxitos.
"Yo quiero aquí hacer historia", señaló antes de interpretar "El teléfono" y "Me Marcharé", tema en el que contó con el dúo venezolano "Los Cadillacs".
Con "Nota de amor" y "Algo me gusta de ti", canción que grabó junto a Yandel con quien empezó en el mundo de la música, Wisin hizo ademán de despedirse, pero rápidamente volvió para inyectar "Adrenalina".
Su compatriota Don Omar, uno de los exponentes más importantes del género del reguetón, tomó el relevo festivalero tras saltar al escenario viñamarino con una bandera chilena en la mano.
Después de sufrir unos contratiempos, Don Omar aterrizó en Chile un poco antes de la medianoche y angustió al público de la Quinta Vergara, donde rápidamente se difundió el rumor de que el autodenominado "señor de la noche" no alcanzaría a tocar.
"Gracias por esperarme", señaló Don Omar, que el mediodía de este viernes perdió el vuelo de conexión además de sus maletas y llegó al país austral con 12 horas de retraso.
El reguetonero no hizo esperar más a sus seguidores y soltó rápidamente "Dale don dale", "Pobre diabla", "Los bandoleros", "Danza Kuduro", entre otros éxitos.
La presentación de los puertorriqueños cerró el Festival de Viña 2016 con una de las jornadas más largas del maratónico certamen de la música.
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