Hace dos años salieron de sus casas para recuperar aquello que les había sido robado. Hoy sus familiares no saben si volverán.
Los seis comuneros desaparecidos del distrito de Cochapetí, en las alturas de la provincia de Huarmey, ya llevan dos años sin ser ubicados, mientras sus familias conviven entre la esperanza de volverlos a ver con vida y la resignación de que al menos puedan ser hallados sus restos.
Hace dos años, el 30 de marzo de 2010, Silverio Corpus (53) Rubén Guerrero (42), Medardo Huamán (26) Efraín Quiroz 25, Óscar Inocente Corpus de 22 y Santiago Mendoza (33) partieron a caballo hacia las zonas altas de la comunidad en búsqueda del ganado vacuno que les había sido robado la noche anterior por un grupo de abigeos.
Cinco días después los pobladores de la comunidad salieron en su búsqueda pero solo encontraron a sus equinos sueltos, en las alturas de Cochapetí, al pie de las lagunas de la zona.
Desde entonces sus familias tratan de ubicarlos sin escatimar ningún esfuerzo. Realizan actividades que representan llamados de sensibilización a las autoridades, entre ellas, a los congresistas de Áncash, los miembros de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, el fiscal de la Nación y hasta para el presidente de la República.
Hoy, por ejemplo, programaron un peregrinaje por la zona en la que estuvieron los seis comuneros antes de desaparecer, en tanto, en horas de la noche participarán de una vigilia y una misa en la iglesia de Belén, en el barrio del mismo nombre, en la ciudad de Huaraz.
Pamela Guerrero, hija de Cristóbal Guerrero Toledo, uno de los desparecidos, dijo que así como las autoridades capitalinas prestaron apoyo a la búsqueda del estudiante Ciro Castillo Rojo, ellas también deben mostrar interés para hallar a su padre y a sus compañeros.
Por su parte, Claudio Cristóbal, otro pariente de los comuneros, afirmó a RPP Televisión que las familias solo quieren que se encuentren los cuerpos de sus seres queridos para darles cristiana sepultura.
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