Ronderos urbanos prefieren mantener en secreto la identidad de los dos sospechosos para evitar que se frustren las investigaciones.
Luego del último asesinato del joven taxista Alberto Rojas Díaz (18) en la ciudad de Cajamarca, sus compañeros de trabajo se organizaron e intervinieron a un sospechoso, quien confesó su participación en el asalto, pero aseguró que él no lo mató, sino uno de sus amigos.
Posteriormente, un grupo de ronderos urbanos intervino a otro sujeto, quien también habría confesado su participación en los últimos asesinatos, por lo que ambos fueron puestos a disposición de la policía para que continúen con las investigaciones.
Respecto a la identidad de los sospechosos, los ronderos dijeron que se mantiene en reserva con la finalidad de capturar la banda de matataxistas, que estaría compuesta por cinco integrantes.
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