El trabajo del padre Alois Eichenlaub se concentra en obras de bienestar social y sobre todo en la educación de los niños trabajadores de la calle.
El padre Alois Eichenlaub llegó al Perú aproximadamente hace cincuenta años desde el apacible pueblo agrícola Herxheim en Alemania Federal, siempre guiado por su espíritu aventurero visitó la ciudad de Cajamarca y al encontrar los hermosos paisajes y una hermosa naturaleza quedó prendado de esta tierra de la cual se enamoró y hoy se considera un cajamarquino.
Hoy a sus 80 años el párroco Alois Eichenlaub nos cuenta que durante su juventud encontró su vocación religiosa, la cual supo combinar perfectamente con su espíritu aventurero, por ello al Perú llegó en el año 1962 aproximadamente y desde entonces no solo se dedicó a cultivar la fe de los cristianos, sino también empezó a preocuparse por los más necesitados.
Según el propio religioso, como cristiano tiene una misión en el mundo por ello salió de Alemania y esto le permitió servir al mensaje de Jesús, pero a la vez pudo vincularse con la cultura y el mundo cajamarquino.
Como anécdota, recordó que un obispo le entregó la parroquia del distrito de Baños del Inca para seguir con la labor pastoral, pero además recibió como encargo especial que no solo se quede en su trabajo de evangelización sino que realice cosas diferentes, por ello organizó diferentes jornadas que contribuyeron a un mejor acercamiento con la población.
Sin embargo, su inquietud y espíritu altruista lo llevó a fundar en el año de 1965 la asociación Sono Viso, organización que surge con la finalidad de ser una alternativa a la información alienada que ingresaba al país, pues ellos se encargaban de realizar documentales de las tradiciones y costumbres netamente locales y culturales.
Luego una de las obras que mayor satisfacción le trajo fue la creación de Manthoc (Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos), institución dedicada a ayudar a los niños desprotegidos que trabajaban por las calles de Cajamarca, a quienes se los educa y también se les enseña el valor de la vida.
“Con mucha satisfacción debo decirles que muchos niños a quienes se les enseñó el respeto de sus derechos ahora son hombres de bien, pues tienen una profesión u oficio. Estoy convencido que si a un niño se le da la oportunidad de formación se tendrán mejores jóvenes”.
Reconocimiento
La también alemana residente en Cajamarca Crista Star señaló que conoce al religioso hace unos 32 años y destacó su labor con los niños de bajos recursos económicos y campesinos.
“Él no tiene nada de egoísta, trata de dar todo lo que puede a los demás sobre todo a los niños porque ellos sin el futuro del país y esto le da mucha alegría”.
Gari Cáceres, exdirector regional de Cultura de Cajamarca, aseguró “Hay que reconocer el hecho que sea un extranjero quien venga a darnos lecciones de gestión cultural, y sin haber nacido en Cajamarca siente como suya esta tierra”.
Por: Luis Asencio
Lea más noticias de la región Cajamarca
Comparte esta noticia