El objeto se le quedó incrustado luego de recibir su vacuna contra la influenza en la posta médica del asentamiento humano Villa Hermosa.
Una menor de solo siete meses de nacida vivió nueve días con una aguja de inyección de tres centímetros de largo en el muslo izquierdo, la cual se le incrustó al recibir su vacuna contra la influenza en la posta médica del asentamiento humano Villa Hermosa, en la ciudad ancashina de Casma.
Juan Carlos Salazar Minaya (40) y Felicia Gomero Arteaga (31) denunciaron que la pequeña fue inmunizada el pasado 21 de noviembre por la licenciada Edita Córdova Zevallos, quien no se percató que la aguja se había roto.
Refirieron que desde entonces, la menor no dejaba de llorar, por lo que fue referida al hospital San Ignacio, donde luego de tomarle tres radiografías comprobaron la existencia del cuerpo extraño en su muslo, siendo sometida a una intervención quirúrgica el 30 de noviembre.
"El médico que operó a nuestra hija nos ha dicho que su vida estuvo en peligro y que esta es una situación grave que debe ser denunciada. Por eso estamos reuniendo los documentos para proceder legalmente. Queremos que nos devuelvan todo lo que estamos gastando”, dijeron los progenitores.
Al respceto, la jefa del Área de Inmunizaciones del hospital San Ignacio, Katia Dávila, descartó un error humano en la aplicacion de la vacuna a la menor y precisó que la profesional que atendió a la niña cumplió con el procedimiento estándar.
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