Desconocidos causaron destrozos en el centro de estudios, en medio de una pugna por la rectoría. Acusan a uno de los implicados de contrató a matones para evitar desalojo.
Un grupo de personas aún no identificadas trató de tomar el local de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann de Tacna por la fuerza; dejando puertas y ventanas rotas y daños en las oficinas administrativas.
Estos hechos se dieron en medio de una pugna entre dos rectores que se disputan el control del centro superior, según indica un diario local.
Según las primeras informaciones, las discrepancias comenzaron dos días antes, cuando la asamblea universitaria designó a Alberto Yábar Jibaja como rector, en reemplazo de Roberto Supo Hallasi, quien aún no es reconocido como autoridad por la Asamblea Nacional de Rectores.
Pese a la suspensión, Supo aseguró que continuaba siendo la máxima autoridad universitaria, pues indicó que la asamblea en la que fue depuesto es inválida porque no cumplió con los requisitos legalmente establecidos. Por ello, mientras el nuevo rector encargado despachaba en la sede de la calle Alto Lima, Supo se instaló en una oficina del área administrativa, señala Perú.21.
En medio del desorden, Yábar Jibaja llegó hasta el campus y llamó al orden a los trabajadores para evitar un conflicto mayor. Entre la confusión, Supo se retiró del lugar resguardado por algunos alumnos. Antes de salir, el ex rector negó haber contratado a matones para que lo protegieran.
Cabe indicar que tras los desórdenes en la universidad, un grupo de administrativos detuvo a cinco sujetos y los puso a disposición de la Policía Nacional.
Estos hechos se dieron en medio de una pugna entre dos rectores que se disputan el control del centro superior, según indica un diario local.
Según las primeras informaciones, las discrepancias comenzaron dos días antes, cuando la asamblea universitaria designó a Alberto Yábar Jibaja como rector, en reemplazo de Roberto Supo Hallasi, quien aún no es reconocido como autoridad por la Asamblea Nacional de Rectores.
Pese a la suspensión, Supo aseguró que continuaba siendo la máxima autoridad universitaria, pues indicó que la asamblea en la que fue depuesto es inválida porque no cumplió con los requisitos legalmente establecidos. Por ello, mientras el nuevo rector encargado despachaba en la sede de la calle Alto Lima, Supo se instaló en una oficina del área administrativa, señala Perú.21.
En medio del desorden, Yábar Jibaja llegó hasta el campus y llamó al orden a los trabajadores para evitar un conflicto mayor. Entre la confusión, Supo se retiró del lugar resguardado por algunos alumnos. Antes de salir, el ex rector negó haber contratado a matones para que lo protegieran.
Cabe indicar que tras los desórdenes en la universidad, un grupo de administrativos detuvo a cinco sujetos y los puso a disposición de la Policía Nacional.
Comparte esta noticia