En el programa 'No estamos solos' de RPP, Anthony Choy conversó con Emilio Obregón, dueño de la Casa Museo del Terror, quien dijo que en el 2013 le compró a un señor unas ouijas que estaban parcialmente quemadas porque fueron recogidas de un depósito que se incendió durante la tragedia de Mesa Redonda (2001). Más tarde, Emilio se enteraría que en torno a dichos objetos ocurrían hechos inexplicables.
Emilio Obregón, dueño de la Casa Museo del Terror, cuenta que en el 2013 un señor le vendió 10 ouijas que las recogió de un depósito que se vio afectado por el incendio de Mesa Redonda. Tras realizar la compra, el vendedor le advirtió que los niños que tienen contacto con dichos objetos empiezan a tener pesadillas relacionadas al siniestro del 2001.
Tras algunos intentos infructuosos por revender sus ouijas, Emilio decidió guardarlas en un clóset de su casa museo. No obstante, cuando recibió la visita de cuatro extranjeros, uno de ellos le recomendó separarlas porque "era un gran peligro lo que tenía ahí".
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