Máximo Monroe Rebata, de 86 años, no pudo masticar la carne deshilachada por exceso de tos y flema. Pese a la atención de los médicos pereció.
Un octogenario murió tras atragantarse con un pedazo de carne cuando degustaba sus alimentos en una casa de reposo en el centro de Chincha (Ica).
La víctima Máximo Monroe Rebata, de 86 años, no pudo masticar la carne deshilachada por un exceso de tos y flema.
Con la celeridad del caso fue conducido de emergencia al hospital San José, donde pese al esfuerzo de los médicos, pereció en la sala de emergencia.
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