No más formaciones en patios escolares, el alza del precio del huevo por baja producción; o falta de lluvias condicionan la salud y economía de la población. La ola de calor está impactando la vida de los peruanos y, según especialistas, las ciudades con mayor concentración de habitantes como las de la costa peruana, son las que más sufrirán los efectos de las altas temperaturas.
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Los efectos de la ola de calor en el Perú y las posibles soluciones para las ciudades
Los efectos de la ola de calor en el Perú van más allá del bochorno que percibe la población durante la temporada de verano. Estos efectos están impactando en la vida de las personas al punto de repercutir en su salud y economía.
Alex Jerí, vocero de la Asociación de Productores de Huevo del Perú (Aprohperu), explicó a RPP Noticias que “los animales [las gallinas] no están comiendo, incluso se está tratando de enfriar con hielo los envases de agua para que tomen, pero no lo hacen. El calor excesivo hace que no haya producción de huevos e incluso los nacimientos bajan”, reveló.
Y es que, debido al calor, las gallinas ponedoras han disminuido su capacidad para poner huevos y la consecuencia de ello ha sido una baja oferta. Con menor cantidad de huevos en los mercados de Lima, el precio de este importante alimento de la canasta básica familiar llegó a costar S/9 soles por kilo en febrero. En enero el precio estuvo alrededor de S/6.80 según información del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).
Clases en el horno
En el ámbito escolar, el inicio de clases, programado para el 11 de marzo, está marcado -una vez más- por la preocupación de mejorar las condiciones de infraestructura en las escuelas o hacer cambios en las dinámicas educativas para proteger a los alumnos de la exposición solar. La titular del Ministerio de Educación, Miriam Ponce, se pronunció al respecto.
“Estaremos emitiendo una normativa dando recomendaciones, justamente, para todas las instituciones educativas, para los directores, que están preocupados por los estudiantes. Tengan en cuenta que deben evitar algún tipo de actividades, como, por ejemplo, la formación escolar, con el calor que hace, o actividades que tengan mucho tiempo al aire libre”, expresó ante la prensa.
En febrero, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), estimó que Lima Metropolitana y el Callao, llegaría a registrar temperaturas pico que alcanzarían los 35°.
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Patricio Valderrama, geólogo y experto en fenómenos naturales, explicó el verano de este año se caracteriza por ser intenso y seco: "hemos tenido temperaturas récord en toda la costa peruana y, sobre todo, no hemos tenido la cantidad de lluvia necesaria en la costa sur ni en la costa norte. En Piura, tenemos localidades que han llegado a 38 grados a la sombra, sin considerar el tema de la sensación térmica que es bastante más alto", refirió.
Los efectos de la ola de calor no son exclusivos de Perú. El monitor climático europeo Copernicus informó que la temperatura media mundial de los últimos doce meses ha sido la más alta registrada hasta el momento, con 0,64 °C por encima del promedio comprendido entre 1991-2020; y 1,52 °C por encima del periodo preindustrial. Además, enero de 2024 ha sido el mes más cálido a nivel mundial.
Ante estos hechos, la población está llamada a protegerse y las autoridades a actuar para lograr el bienestar en sus comunidades. ¿Existen soluciones?
Los árboles, una solución de la cual en el Perú nadie se hace cargo
“Las olas de calor afectan mucho más a las ciudades, a los entornos urbanos y en estos contextos es donde viven más personas”, señaló Daniela Chong, arquitecta con maestría en Planificación Urbana y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
La especialista agrega que las conocidas ‘islas de calor’ que afectan a las ciudades con gran número de habitantes como Lima, se originan por las condiciones en que sus calles, edificios y las alturas de éstos ha sido construídas. Todo esto concentra y guarda calor que se emite al ambiente, dando paso a ese incremento de las temperaturas. “Un estudio de la Municipalidad de Lima de 2021 revela que las islas de calor en la capital pueden subir hasta 3.5 grados en la temperatura frente a otros espacios rurales ubicados en los alrededores de la ciudad”, explicó.
Las ciudades de la costa que concentran mayor número de habitantes, afrontan el reto de adaptar sus condiciones ante las altas temperaturas. Daniela Chong sugiere algunas soluciones desde el urbanismo para ser tomadas en cuenta. “El IPCC [Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático], afirma que con el uso de la vegetación se puede alcanzar a bajar la temperatura de 1.5 °C a 3 °C, entonces se trata de ampliar o generar espacios verdes, arborizar con especies locales que se adapten a las ciudades. También es necesario generar espacios de sombra en lugares abiertos como las plazas”, sostuvo.
Por su parte, Patty Alata, especialista en gestión ambiental y directora de Conocimiento de Lima Cómo Vamos, sostiene que la arborización de las ciudades es una opción altamente funcional: “se deben generar corredores verdes y que sean parte de un sistema planificado, será un proceso a largo plazo, pero deben ser proyectos impulsados desde ya”, sostuvo.
Explicó que también será necesario sincerar y actualizar los datos sobre área verde útil. “En Lima se estima que existen 3.7 metros cuadrados de área verde por habitante, pero este valor se obtiene de la información que brindan los gobiernos locales. Cada municipio anualmente reporta la cantidad de áreas verdes que posee, pero, ¿qué estamos entendiendo por áreas verdes?, ¿son terrenos secos o baldíos destinados para ese fin o áreas que efectivamente tienen vegetación?”, refirió.
Agregó que la implementación de refugios climáticos como plazas, parques, bibliotecas o postas médicas; pueden usarse también para servir en las horas más duras del calor, así como la implementación de toldos en los paraderos de transporte público o en los exteriores de instituciones públicas o privadas donde se realicen trámites administrativos; así como los bebederos de agua potable apta para el consumo.
Jorge Elgegren, coordinador del grupo de investigación en economía y cambio climático de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya indicó que los gobiernos regionales y municipales están llamados a invertir en soluciones de infraestructura ‘verde’ por ser más económica y por ser una necesidad para reducir las altas temperaturas en áreas urbanas densas.
Las autoridades deben actuar y mitigar los efectos de la ola de calor para proteger la salud y cuidar de la economía de la población.
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