El expresidente del Tribunal Constitucional, Óscar Urviola, dijo que es peligrosa la decisión del Congreso sobre inmunidad, dado que elimina la inviolabilidad de opinión y de voto para los magistrados del TC y permite hacerlos pasibles de denuncias por su función.
El expresidente del Tribunal Constitucional, Óscar Urviola Hani, advirtió que es peligrosa la decisión del Congreso sobre inmunidad, dado que elimina la inviolabilidad de opinión y de voto para los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) y permite hacerlos pasibles de denuncias por su función.
Esa prerrogativa, según dijo, es esencial para el cumplimiento de la labor de los magistrados del TC, así como del defensor del Pueblo, otra alta autoridad comprendida en la decisión del Parlamento referido a la inmunidad.
“Lo que le han quitado al TC es mucho más grave: la inviolabilidad de voto y de opinión, eso quiere decir que cuando emiten una sentencia en proceso de inconstitucionalidad podrían hacerlos responsable. Lo mismo pasaría con el defensor del Pueblo, que emite opinión respecto a los actos de Gobierno”, precisó.
Indicó que con este cambio, el Congreso actúa de espaldas a la población y desnaturaliza el sistema democrático.
“Tengo la confianza de que el Congreso reflexione y no afecte el funcionamiento de los poderes del Estado y organismos autónomos como el TC y la Defensoría, que son fundamentales para que funcione el equilibrio de poderes y el sistema de pesos y contra pesos”, refirió.
En el caso de los congresistas, según dijo el exmagistrado en RPP, con la modificación del artículo 93 de la Constitución, se han extendido la inmunidad parlamentaria a aspectos vinculados a la fiscalización, la representación y otras funciones propias de la representación congresal.
Con ello, indicó, de cierta forma se mantiene un nivel de inmunidad para los parlamentarios y una puerta de escape, a diferencia de los magistrados del TC y del defensor del Pueblo, a quienes se les ha dejado sin la inviolabilidad de voto y de opinión.
Precisó que ninguna ley, menos una reforma constitucional, puede ser aprobado por el pleno sin pasar por comisiones y sin un prolongado debate, sobre todo cuando implican a instituciones como el Tribunal Constitucional y la Defensoría del Pueblo.
“El Congreso no se ha dado cuenta del tremendo error que ha cometido. Tengo la esperanza de que existan congresistas conscientes, responsables y reconsideren su voto para que esta reforma, que desnaturaliza el sistema democrático, no se concrete”, apuntó.
Precisó que si bien el Congreso puede cambiar la Constitución, debe hacerlo dentro de los márgenes constitucionales, de lo contrario el TC va a hacer respetar la Constitución.
(Andina)
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