Es una playa limpia y considerada una alternativa a la erosión costera que afecta a otras playas trujillanas.
A 14 kilómetros al sur de Trujillo, se ubica el distrito de Salaverry que recientemente celebro 144 años de fundación. Según la historia, su fundación se dio durante el gobierno de José Balta, un 09 de marzo de 1870.
En aquel lugar hay un terminal portuario y una playa que cautiva desde hace muchos años y que por avatares políticos y de liderazgo no surge, desaprovechando un extraordinario recurso turístico.
En la década de los ochenta, algunos treintañeros como yo, siempre oímos de nuestros padres que la playa de Salaverry era la más limpia de Trujillo. Sin embargo, siempre fue un lugar con poca popularidad a diferencia de su vecina Las Delicias, el balneario de Buenos Aires o del turístico Huanchaco.
En pleno siglo XXI, Salaverry continúa como la playa más limpia de la “Capital de la Primavera”. Empero, no engancha en el gusto tradicional de los trujillanos, pese a que desde hace unos tres años la municipalidad distrital busca su promoción como destino alternativo ante la erosión costera que desapareció los balnearios de Las Delicias y Buenos Aires, y que pone en riesgo a Huanchaco.
Rasgos de la historia de Salaverry
El cerro Carretas impone respeto, pues es coronado con un gran faro que se observa desde cualquier punto del puerto. Nuestro héroe nacional, Miguel Grau, realizó los estudios para determinar la viabilidad del terminal portuario.
Según la historia, Salaverry le debe su nombre a un acto de rebeldía del entonces joven militar, Felipe Santiago Salaverry, quien durante una guerra civil se enfrentó heroicamente a las huestes del Mariscal Agustín Gamarra.
El encanto de Salaverry
Llegar a Salaverry es sencillo. Existe colectivos y buses que cruzan la carretera Panamericana Sur hasta la autopista que nos lleva a este destino. Salaverry se ve saludable, tranquila, sin piedras en su arena y de un amplio suelo plano; no hay excusa para disfrutar de la vida en el mar.
En el pueblo, sus antiguas viviendas de madera tienen un colorido portuario que debe ser puesto en valor, como se intenta con el actual malecón. Aquí existe una oportunidad clara de desarrollo, pues este puerto es una puerta para el turismo de cruceros, grandes buques que en muchos casos llegan con más de mil turistas de todo el mundo para seguir la Ruta Moche.
¿Qué ofrecemos? Una buena playa, la amabilidad de su gente, su gastronomía variada a base de pescado y mariscos frescos para preparar salpreso o un ceviche a la salaverrina, deportes acuáticos y sandboard, son básicamente la oferta actual.
Entonces, si Huanchaco es un polo turístico, Salaverry puede ser una grata realidad si las autoridades locales orientan su gestión a controlar las invasiones y mantener limpia la playa, además de generar el interés de la empresa privada para que desarrolle proyectos de infraestructura turística.
Por: Davinton Castillo
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