Miles de fieles acompañarán al patrono de Ica en su tradicional recorrido, que incluirá homenajes del Gobierno Regional, la Municipalidad Provincial, instituciones públicas, colegios y devotos que esperan su bendición. La procesión culminará con una misa solemne presidida por monseñor Héctor Vera Colona, obispo de la diócesis de Ica.
Con campanadas que resuenan en el corazón de los iqueños y una fe que trasciende generaciones, esta noche el Señor de Luren volverá a recorrer las calles de Ica. Desde las 7 de la noche, la venerada imagen del Cristo moreno saldrá en procesión para reencontrarse con su pueblo, en una jornada que promete ser de emoción, lágrimas y esperanza.
El recorrido procesional iniciará por la calle Nasca y continuará por la calle Piura hasta llegar a la avenida Cuervo. Luego, la imagen del Señor de Luren avanzará por la avenida San Martín, para ingresar a la calle Huánuco y llegar al histórico colegio San Luis Gonzaga de Ica, donde recibirá el homenaje de cientos de estudiantes y docentes.
Desde allí, el Cristo de Luren continuará por Matías Manzanilla y tomará la avenida Municipalidad hasta la calle Ayacucho, donde el fervor popular alcanzará su punto más alto con cánticos, oraciones y pétalos de flores lanzados al paso de la sagrada imagen.


Un pueblo unido en oración
Durante toda la noche, los iqueños rendirán tributo a su Señor de Luren con cánticos, alfombras florales y plegarias por la salud, el trabajo y la paz en la región. Los fieles aseguran que acompañar la procesión es una promesa y una muestra de gratitud por los milagros recibidos.
“Cada año salimos con el corazón en la mano. El Señor de Luren nunca nos abandona”, dijo emocionada una devota que aguardaba desde tempranas horas en la plazuela del Santuario.
Misa y retorno triunfal al Santuario
El recorrido concluirá a las 11 de la mañana del martes 21 de octubre, cuando el Señor de Luren llegue nuevamente a su Santuario. Allí, monseñor Héctor Vera Colona presidirá la misa central, en medio del fervor y las lágrimas de los fieles.
A mediodía, el Cristo moreno ingresará triunfalmente al templo en hombros de la hermandad, sellando una nueva jornada de fe, devoción y profunda identidad iqueña.


“Cada año salimos con el corazón en la mano. El Señor de Luren nunca nos abandona”
Devota del Sr. de Luren

