Evaristo Leytón, uno de los afectados manifestó que a la fecha hay un promedio de 200 totorales que se han perdido debido a que el mar arrasó con sus plantaciones tapándolos con arena y dejando inundadas sus pozos. Varios de los pescadores del lugar invocaron a las autoridades regionales y de su distrito les cedan algunos terrenos que están más alejados del mar en donde puedan sembrar nuevamente las totoras.
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