A las 6:41 p.m. un fuerte sismo alarmó a seis regiones del país, pero la transmisión se mantuvo ininterrumpida en RPP por más de 24 horas.
El 15 de agosto de 2007 es una fecha difícil de olvidar para los peruanos. A las 6:41 de la tarde de aquel día, Pisco era el epicentro de un terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter. Las ciudades de Ica, Lima, Arequipa, Huancayo, Huancavelica y Ayacucho sintieron un fuerte remezón que las alarmó. Días después se conocería la magnitud real del hecho: 596 muertos, más de 1,292 heridos y 434,614 damnificados.
Los periodistas de RPP, Mariano Calvera, Luis Borda y José Flores, estuvieron en Ica en el momento del desastre. A 150 kilómetros de distancia, en la cabina de la radio, Patricia del Río, embarazada de siete meses, enfrentaba las dificultades y ayudaba a la cobertura en vivo de la tragedia. Cada uno cuenta cómo vivieron el momento mismo del sismo y las horas posteriores.
Mariano Calvera. "Yo vivo frente a la iglesia y recuerdo cuando comenzó a desmoronarse. La esperanza se iba. La gente empezó a salir despavorida. Recuerdo a la familia de 'Chicho', que reside a una cuadra de mi casa. Recuerdo que la familia estuvo hasta la medianoche buscándolo, pero pararon por las réplicas y la falta de luz. Luego encontraron a 'Chicho' al otro día a las 7 a.m., intacto a pesar de que le cayó un muro encima. Así nació el mito y ahora es adorado".
José Flores. "Estaba en las avenidas San Martín con Huánuco y se cayeron varias casas. Había polvareda y se sentía al respirar. Caminé hacia la Plaza de Armas y la situación era igual, en algunos tramos caminaba sobre escombros. En medio de la oscuridad, provocada por el apagón, se escuchaban lamentos y gente que gritaba nombres. Al día siguiente pasé por la iglesia Señor de Luren y el centro de la ciudad y vi la magnitud de la destrucción".
Luis Borda. "El movimiento era ondulante y cuando quería pisar firme la tierra te llevaba a otro lado. Yo terminé de rodillas con las piernas temblando. El movimiento fue muy brusco y sentí que duró una eternidad. El centro de la ciudad estaba 70% destruido. La explanada de la Iglesia de Luren había colapsado. Nadie pudo dormir. En las calles Lima y Bolívar, la gente estaba afuera pidiendo ayuda. El precio del pollo se disparó a más de 20 soles y no había agua. Y si la había, te vendían la botella a 10 o 15 soles".
Transmisión ininterrumpida. Mientras tanto en la cabina de RPP Noticias, Patricia del Río y Eduardo Lindo comentaban sobre una huelga del sector salud. La transmisión no paró. El jefe de informaciones, Jesús Miguel Calderón, acompañó a los conductores en una transmisión que se prolongó hasta las 6 de la tarde del día siguiente.
Patricia del Río. "Debo confesar de que me quedé muda del susto. Se escucha claro en la transmisión. Yo tenía siete meses de un embarazo en riesgo. Salí de la cabina y me quedé en la puerta. El temblor se convirtió en terremoto y Jesús Miguel (Calderón) me acompañó a salir. Las llamadas eran muy desconcertantes, las recibíamos de las zonas donde no se había cortado la señal, porque la línea telefónica se cayó".
Jesús Miguel Calderón. "Mi celular empezó a funcionar y di mi número al aire para que la gente pueda comunicarse con nosotros para contarnos su situación. Levanté el altavoz y comenzamos a sacar a la gente en vivo. Por ese teléfono llamé al jefe de Defensa Civil, al ministro del Interior e incluso al entonces presidente Alan García. RPP Noticias se convirtió en el centro de orientación y de coordinación de ayuda para los sectores golpeados”.
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