Trujillo: extorsionadores agobian a dueños de cevichería al dejar explosivos en el local por segunda vez

Unos aparentes extorsionadores dejaron explosivos en una cevichería ubicada en la intersección de la avenida Micaela Bastidas y la calle Junín, en el distrito trujillano de La Esperanza, para amedrentar a los dueños del local. Se trata del segundo ataque de este tipo que se registra en menos de diez días.

Luego de recibir la alerta, el personal de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la Policía Nacional, acompañado de representantes del Ministerio Público, llegó al local ‘Sabores del Mar’ para neutralizar la dinamita atada en una de las ventanas.

Tras un minucioso trabajo que puso en vilo a los vecinos del sector, se pudo evitar la explosión del dispositivo. De acuerdo con información de la PNP, los malhechores piden al menos 50 mil soles a los propietarios para detener los ataques contra el local.

Hace diez días, exactamente el 18 de octubre, los delincuentes dejaron dos explosivos en las ventanas. Aquella vez sí se registró una explosión que ha dejado un forado en la pared y la estructura metálica de las ventanas del negocio.

Ante este nuevo ataque, los dueños del establecimiento han evitado dar declaraciones a los medios de comunicación por temer a represalias. El hecho ha sido denunciado en la Comisaría de Bellavista y, posteriormente, derivado a la Dirección de Investigación Criminal (DIRINCRI).

Arequipa: familia abandonó su vivienda ante constantes amenazas de extorsionadores

Desde hace dos meses, una familia emprendedora, dedicada al rubro de la venta de comida, era constantemente extorsionada por presuntos ciudadanos extranjeros que exigían dinero para no atentar contra los integrantes del núcleo familiar.

El más reciente ataque de la aparente banda criminal se registró el pasado miércoles 12 de octubre, cuando dos sujetos, a bordo de una motocicleta, realizaron cuatro disparos contra la puerta de la cochera de la vivienda, ubicada en el distrito arequipeño de Socabaya.

Este último suceso y la amenaza de que el próximo ataque sería peor han provocado que la familia abandone la vivienda y se ponga a buen recaudo en un punto donde, esperan, no puedan ser hallados por los malvivientes.

A pesar de estar atemorizados por el ataque armado, los vecinos de la zona lamentaron que la familia de emprendedores haya tenido que abandonar la zona de esa manera: dejando atrás el negocio de comida que tanto esfuerzo les costó.