La tasa de desempleo en Lambayeque se incrementó en los últimos años y ya supera el 8% de la Población Económicamente Activa - PEA, según advirtió el director regional de Promoción del Empleo, Francisco Guzmán Enríquez.
En Lambayeque, alrededor de 60 mil ciudadanos carecen de un empleo formal, lo que representa aproximadamente el 8% de la Población Económicamente Activa (PEA), según informó la Dirección Regional de Promoción del Empleo y Capacitación Laboral. Esta situación afecta, sobre todo, a jóvenes que buscan insertarse en el mercado laboral y no encuentran oportunidades acordes a su perfil.
“Antes de la pandemia estábamos entre 3 % y 4 %, pero el 2023 cerramos con 6,9 % y ahora, en el segundo semestre del 2025, estamos en 7,4%, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática - INEI. Sin embargo, por la información de otros gremios y operadores, estamos por encima del 8%”, señaló a RPP, Francisco Guzmán Enríquez, director regional de Promoción del Empleo de la Gerencia Regional de Trabajo de Lambayeque.

Las causas del desempleo y subempleo
El funcionario detalló que las causas del desempleo en la región están asociadas a la falta de educación de calidad y capacitación técnica, factores que impiden a los trabajadores responder a la demanda del sector productivo.
“Hay un desajuste entre las habilidades de los trabajadores y lo que necesitan las empresas. Esa brecha de formación hace que muchos jóvenes terminen sin empleo o subempleados”, sostuvo.
Guzmán también remarcó que el problema no solo es el desempleo, sino el subempleo, pues son muchos los jóvenes que estudiaron cinco años en la universidad y que terminan trabajando como auxiliares o en puestos que nada tienen que ver con su formación: “Ese es un problema real”, subrayó.
La informalidad crece y desplaza al empleo formal
Otro factor que agrava la situación, según el funcionario, es la informalidad, que se convierte en una opción inmediata pero sin garantías laborales: “Al no existir cobertura ni remuneraciones competitivas en el sector formal, muchos trabajadores prefieren el autoempleo o la informalidad. Eso desincentiva la búsqueda de un trabajo estable”, explicó.
En un informe de la Red de Estudios para el Desarrollo – REDES, se conoció que Lambayeque ha tenido un incremento notable en empleo y una baja en el desempleo, pero ese avance se ha dado principalmente en el sector informal. Como consecuencia, el 14 % de su población sigue en situación de pobreza.
Además, se detalla que el empleo en Lambayeque se concentra en comercio minorista, transporte informal y agricultura temporal, lo que explica por qué, a pesar del aumento en el empleo, la mayoría trabaja sin contrato, seguro o pensión.
La necesidad de articular esfuerzos
Para Guzmán Enríquez, la solución pasa por un trabajo conjunto entre Estado, sector productivo y centros de formación. Como ejemplo, citó el caso del Senati, cuyos egresados son absorbidos rápidamente por las empresas.
“Senati es financiado por las mismas empresas, que dicen claramente: yo necesito técnicos, mecánicos, electricistas. Eso es planeamiento, eso es lo que falta en otras instituciones. Hoy se siguen creando universidades sin una planificación real de lo que demanda el mercado”, sostuvo.
Finalmente, Guzmán recomendó a los jóvenes y padres de familia acceder a la plataforma Mi Carrera, del Ministerio de Trabajo, que ofrece información sobre las carreras más demandadas y las universidades con mayor inserción laboral.

Una barrera invisible nacional
La Red de Estudios para el Desarrollo - REDES, con datos de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional, reveló que 1 de cada 4 peruanos que abandonó la búsqueda laboral lo hizo porque los quehaceres del hogar se lo impiden, y el 92% de ellos son mujeres. El trabajo doméstico no remunerado se mantiene como una barrera silenciosa, pero decisiva, que limita el acceso de miles de peruanas al mercado laboral.
Este problema se agudiza en ciudades como Pucallpa, Chimbote y Puerto Maldonado, donde muchas personas no dejan de trabajar por falta de ganas, sino por falta de opciones reales. La combinación de desigualdad de género y abandono territorial se convierte en un freno al desarrollo, la productividad y la equidad, según advirtió la organización.