El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, dijo a RPP que el Parlamento busca establecer que diputados y senadores operen "con un número de personal que sea racional". Además, indicó que se está evaluando reducir el número de comisiones ordinarias a diez o doce para optimizar el funcionamiento del Legislativo.
El Congreso de la República, a través de su Mesa Directiva, prepara las medidas para acondicionar lo necesario para la implementación de la bicameralidad, mecanismo por el cual a partir de julio de 2026, el Parlamento pasa de ser unicameral, a tener dos cámaras de legisladores: la cámara de senadores y la cámara de diputados.
Este cambio obliga al Congreso a reorganizarse tanto a nivel administrativo como de infraestructura, debido a que un grupo de 60 senadores se sumará a los 130 parlamentarios ya existentes, Y, aunque falta más de un año y medio para la instalación de ese Congreso, para la Mesa Directiva inició la cuenta regresiva para dejar todo encaminado con miras al 2026.
Se creó la unidad ejecutora 17672
En diálogo con El Poder en tus Manos de RPP, el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, brindó detalles de las primeras acciones tomadas, una de ellas, la creación de una unidad ejecutora que será la encargada de que se realicen todas las operaciones orientadas a la implementación de la bicameralidad.
“Acabamos justamente de designar a funcionarios de una nueva unidad ejecutora que se va a encargar precisamente de las tareas de remodelación, refacción, adquisición. Hay que acondicionar todas las oficinas y en paralelo a eso estamos capacitando funcionarios, estamos haciendo eventos para que los funcionarios que tenemos en este momento vayan entendiendo cómo funcionará el Senado”, señaló.
A través de la Ley N° 32172, publicada el 21 de noviembre de 2024, se creó la unidad ejecutora “Implementación del modelo de infraestructura y funcionamiento de la Bicameralidad del Poder Legislativo - Unidad ejecutora 17672”.
A la fecha, esta unidad ejecutora ha recibido del presupuesto del Congreso más de 355 mil soles para el inicio de sus labores.
Entre sus funciones estará, por ejemplo, preparar la propuesta de licitación para las obras de acondicionamiento de la sala Raúl Porras Barrenechea, para que allí funcione la cámara de senadores, como lo fue 36 años atrás.
“Va a ser necesario realizar un proceso [concurso] público para la remodelación y modernización de lo que es el Hemiciclo Raúl Porras Barrenechea. Tenemos que cambiar todo el sistema eléctrico, el sistema de audio y de micrófonos, así como el sistema de votación electrónico”, indicó el presidente Salhuana.
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Compra de edificio para oficinas
Los sesenta nuevos senadores no solo necesitarán tener sus escaños habilitados en la sede, el Congreso, también deberán contar con oficinas para instalar sus despachos. La mesa directiva alista a su vez la compra de un inmueble en los alrededores del Parlamento en el Centro Histórico de Lima para tales fines.
Una de las primeras alternativas es un edificio ubicado en entre los jirones Lampa con Huallaga, valorizado en 14 millones de dólares. El Congreso continúa en la evaluación de otras propuestas.
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¿Más presupuesto o reducción de personal?
Que el actual Congreso pase de 130 legisladores a 190, plantea la pregunta de si este cambio representará mayor presupuesto del que ya goza el Parlamento (mil cuatrocientos millones de soles según el MEF). Al respecto, Eduardo Salhuana señaló:
“El presupuesto del Congreso no puede exceder del 0.6% del Presupuesto General de la República, en este momento vamos en el 0.5%. Estamos cerca del límite máximo, de ahí no podemos excedernos. Estamos en una etapa de racionalización, de evaluación del personal, trabajando para que diputados y senadores funcionen con un número de personal que sea lo racional [...] Pensamos que este Congreso tiene que reducir sus comisiones ordinarias a diez o doce, y replicar el mismo número en la Cámara de Senadores. Todo eso implica mover personal, simplificar procedimientos y hacerlo más expeditivo”, acotó.
En el Congreso, la estabilidad laboral del personal del servicio parlamentario es muy defendida. Tulio Vizcarra, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Congreso, señaló que su organización ha presentado una acción de amparo ante el Poder Judicial “para garantizar que los derechos de los trabajadores se respeten”.
“Estamos hablando de mil trabajadores distribuidos en la dirección general de administración y en la dirección general parlamentaria. Ese personal es el que tiene que ser distribuido para ambas cámaras y no creo que sea suficiente”, remarcó.
Designación del director de la unidad ejecutora
Por acuerdo de la mesa directiva del Congreso, el 27 de diciembre de 2024 se designó a Enrique Fernández Paniagua como director ejecutivo de la unidad ejecutora a cargo de la bicameralidad.
Este funcionario es economista con estudios en administración de empresas, y es especialista en gestión de proyectos de diseño, construcción y reconstrucción de infraestructura. Su trabajo más reciente fue en la coordinación de Obras de Gobierno a Gobierno del Proyecto Especial Legado, donde en junio del año pasado asumió la dirección ejecutiva, pero en noviembre, el Gobierno dio por concluida su designación en medio de la polémica por la no conclusión de las obras de los Juegos Bolivarianos Bicentenario Ayacucho 2024.
“Volver al modelo de los 90’ generaría un gran gasto”
José Cevasco, exoficial mayor del Congreso de la República, opinó que el principal reto de la mesa directiva del Parlamento es dejar encaminada la infraestructura, pero también los reglamentos internos de cada cámara.
Señaló que para efectos de optimizar y hacer eficiente el trabajo parlamentario, se necesitarán hasta tres unidades ejecutoras.
“Algunas personas hablan de tener un modelo tal como lo tuvimos hasta el año de 1992, es decir, cada cámara con su propia organización, lo que hoy implicaría ante la opinión pública (la percepción) de un doble gasto: tener dos directores generales de administración, dos oficinas de recursos humanos, etcétera. Sin embargo, ello podría generar también un problema presupuestal por lo que creo que tiene que existir tres unidades ejecutoras: una unidad ejecutora del Congreso desde donde se trabajen los servicios comunes que necesitan las dos cámaras, es decir, tener una sola oficina de logística, de administración, de recursos humanos. Luego, tener una unidad ejecutora en el senado y otra en la cámara de diputados de administración pequeña y exclusiva para lo que son los procedimientos legislativos, parlamentarios y de control político”, explicó del especialista.
Conforme transcurran los meses y se instale la nueva legislatura en marzo, se irán conociendo las nuevas medidas adoptadas.
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