El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Roberto Burneo, señaló que la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) viene desarrollando el mecanismo de voto digital con miras a su implementación en los comicios de abril de 2026, aunque advirtió que “aún falta mucho para saber el nivel de madurez que tiene”.
El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Roberto Burneo, advirtió que la implementación del voto digital en el Perú con miras a las Elecciones Generales 2026 debe realizarse con rigurosidad, pues de lo contrario estaría “condenado al fracaso”.
En diálogo con Ampliación de Noticias de RPP, Burneo señaló que este mecanismo de votación “es un buen inicio” y que viene siendo desarrollado por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para su eventual aplicación en los comicios de abril del próximo año. Sin embargo, precisó que recién en octubre se podrá conocer “el nivel de madurez” que ha alcanzado el sistema.
"Lo que hemos adelantado es que la ONPE viene desarrollando el voto digital. Aún falta mucho para conocer el nivel de madurez que tiene y recién lo sabremos en octubre. Sin embargo, creo que el voto digital es un buen inicio porque se ha dado un marco normativo y legal para empezar a trabajar en pilotos. El piloto que tenemos proyectado a nivel de la norma es muy ambicioso. Desde el Jurado [Nacional de Elecciones] vemos con mucha preocupación que si no lo hacemos bien, el voto digital podría estar condenado al fracaso", indicó.
“Creemos que es un buen presente, un buen inicio, y vamos a ver cómo se desarrolla el tema. Tenemos la oportunidad de realizar un piloto más acotado, que dependerá en gran medida de la solución tecnológica”, añadió desde Chile, donde participó en la XVIII Reunión Interamericana de Autoridades Electorales de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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Avances tras la reforma electoral aprobada por el Congreso
El titular del organismo electoral sostuvo que, tras la norma aprobada por el Congreso que establece el uso del voto digital en los procesos electorales del país, corresponde iniciar en el Perú el desarrollo de un sistema que pueda aplicarse de manera progresiva en los próximos años.
“Sí, estamos seguros de que es el futuro y que hay que comenzar a construirlo. Los procesos de este tipo logran una maduración después de cinco a diez años. Así que estimamos que para el 2030 el voto digital estará disponible de forma más amplia, pero es necesario empezar a trabajar en todo este proceso”, afirmó al sostener que los organismos del Sistema Electoral cuentan con "poco tiempo" para llevar adelante el proceso con miras al 2026.
"Nos han dado poco tiempo al sistema electoral, hablamos desde marzo de este año. La ONPE viene desarrollando la experiencia informática; el Reniec impulsa campañas para introducir el DNI electrónico; y el propio JNE se está preparando para aplicar una auditoría independiente y transparente. Lo que buscamos es que el voto digital sea ese futuro que permita mayor participación, pero también garantizar confianza en cualquier proceso que se implemente. Si el voto digital no está a tono, el JNE no va a dudar en tomar las acciones que correspondan", resaltó.
Sobre la demanda competencial contra el Poder Judicial
El presidente del JNE, Roberto Burneo, señaló que la decisión del organismo electoral de presentar una demanda competencial ante el Tribunal Constitucional contra el Poder Judicial, a raíz del caso de inscripción del partido Unidad Popular, “no busca una confrontación”, sino esclarecer si las resoluciones en materia electoral son o no irrevisables.
"Tenemos la autorización del pleno del Jurado, aprobada por unanimidad, para presentar esta demanda competencial, que no busca una confrontación con el Poder Judicial, sino definir y dirimir el debate en torno a si el JNE es la autoridad que establece las disposiciones finales e irrevisables en la materia de su especialidad, que es la electoral", explicó.
"Si queremos elecciones transparentes, creer en el sistema electoral, debemos garantizar que sus decisiones sean las últimas, que sean irrevisables y que cuenten con la garantía de estar sustentadas en un trabajo independiente, técnico y basado en principios constitucionales y en el debido proceso. Pero no podemos continuar con este debate si, de pronto, cualquier decisión puede ser cuestionada en cualquier instancia", resaltó.