En julio del 2025 se convocará a las próximas elecciones generales; sin embargo, los comicios tendrán lugar en un marco de deterioro de la representación política y de gran polarización. Martín Tanaka y Fernando Rodríguez opinaron sobre el tema.
Congreso
Martín Tanaka y Fernando Rodríguez opinaron respecto al panorama político con miras al 2025.
Durante el año que viene, 2025, tendrán lugar diversos hitos del calendario electoral de cara a los comicios generales del 2026. No obstante, varias encuestas publicadas las últimas semanas han dado cuenta del grado de deterioro de la actual representación política, con bajísimos índices del nivel de aprobación del Ejecutivo y el Legislativo.
Además, el Congreso ha impulsado una serie de reformas que implicarán cambios no solo en el proceso electoral que viene, sino en las normas que regirán dichos comicios. Algunas de ellas son la próxima conformación bicameral del Parlamento o la ley que modificó las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, conocidas como PASO.
Al respecto, RPP conversó con Martín Tanaka, doctor en Ciencias Políticas y docente de la PUCP, y Fernando Rodríguez Patrón, especialista en Legislación electoral y exdirector del ROP del JNE, para recoger sus impresiones respecto al panorama político que nos espera en los próximos 12 meses.
Martín Tanaka: "Este es un gobierno cada vez más aislado y más débil"
Martín Tanaka consideró que la presidencia de Dina Boluarte inició con cierta expectativa de cambio, pero que esta se ha diluido ante la falta de decisión del Ejecutivo ante temas trascendentales. Esto, según dijo, ha provocado que el Gobierno esté "cada vez más aislado".
"Si uno mira la trayectoria de los últimos meses o del último año o año y medio, lo que uno encuentra es que si bien el Gobierno logró durar, sobrevivir, creo que cabía tener cierta expectativa de algún fortalecimiento o de que el Gobierno tomara rumbos más decididos en alguna dirección, cuando asumió el nuevo presidente del Consejo de Ministros, por ejemplo […]. Cabía tener cierta expectativa de algún cambio, y creo que uno mira la evolución a lo largo de los meses y lo que constata es que este es un gobierno cada vez más aislado, más débil, y ese aislamiento lo lleva a tener posturas un poco confrontacionales, a mostrarse cada vez más incómodo ante las críticas […]. Lo que está denotando este tipo de actitud es que no hay respuestas efectivas a los cuestionamientos que se hacen en todos los planos", sostuvo.
En esa línea, consideró que el Gobierno está optando por algunos "gestos populistas" como el incremento del sueldo mínimo, pero sigue sin abordar temas importantes de la agenda política que son exigidos por diversos sectores.
"Creo que la lógica del Gobierno ha sido tener este tipo de gestos, un poco de populismo económico, entre comillas, también el gesto de no hacer olas en su relación con el Parlamento, pero el costo que está pagando por ello es el aislamiento cada vez mayor, no satisface a los sectores que piensan que el Gobierno debería tomar decisiones más decididas, favoreciendo la inversión y una lógica pro mercado; tampoco satisface del todo a quienes le reclaman una política social más decidida, la atención al sur andino, abordar el tema de los muertos y las violaciones a derechos humanos. Al final no termina bien con nadie y abre un periodo de mucha inestabilidad e incertidumbre para el próximo año", señaló.
Además, consideró que, a nivel político, estamos presenciando "niveles de deterioro muy serios" en el país, con la influencia de "actores ilegales" en las instituciones de representación nacional.
"Yo creo que, en estos últimos meses, hemos asistido a niveles de deterioro muy serios en el país […], porque hemos pasado a meter en la agenda de discusión la creciente influencia de actores ilegales en la política. Cada vez más hablamos del crimen organizado influyendo en decisiones que se toman tanto en el Parlamento como en el Ejecutivo, y encontramos noticias, investigaciones que hablan de redes de proxenetismo en el Parlamento, de asesinatos que se estarían cometiendo para encubrir delitos que involucrarían a autoridades de Gobierno. Yo creo que eso es lo más preocupante, como caer un escalón significativo más abajo en el nivel de deterioro institucional", sostuvo.
"Llegamos a un nivel de descaro y de tolerancia frente a niveles de deterioro que son muy graves. Yo creo que eso marca una caída muy de fondo, porque una cosa es discutir si estamos de acuerdo o en desacuerdo con tal o cual política, si tal o cual cosa es conveniente o no, pero ya cuando hablamos de la influencia de grupos ilegales, de mafias que influyen en decisiones gubernamentales", agregó.
Asimismo, consideró que, de cara a las próximas elecciones generales, se debe apostar por incentivar el debate de políticas públicas desde sectores de la academia y que los partidos políticos "con más reconocimiento" sean "los que concentren un poco más la votación frente a los improvisados".
"Lo mejor que nos puede pasar, pensando en el proceso electoral que viene, la dosis de esperanza es que, en medio de esta fragmentación política, sean las figuras y los partidos con más trayectoria, con más reconocimiento, que sean los que concentren un poco más la votación frente a los improvisados que, de pronto, están apareciendo. Es cierto que ellos van a tener dificultades para hacerse notar, van a hacer mucho ruido en el debate electoral; pero ahí los electores tenemos que terminar favoreciendo los esfuerzos más serios, de gente con más trayectoria, que despierte más confianza y tenga más credibilidad", enfatizó.
"Creo que deberíamos apuntar desde la academia, los medios de comunicación, a llamar la atención a cuál es la agenda de temas que tenemos que trabajar en los próximos años, independientemente de quién gane y generar un acuerdo y un consenso alrededor de los grupos más serios, una agenda mínima que tenemos que empujar todos", puntualizó.
Fernando Rodríguez: "Lo que se había ganado a lo largo de los años se ha ido perdiendo"
Por su parte, Fernando Rodríguez consideró que la actual representación política en el Ejecutivo y el Congreso ha ocasionado que se pierda lo que se había ganado en materia electoral, y una mayor pérdida de credibilidad en los partidos políticos.
“Hay muchos ángulos desde los cuales podemos analizar esta perspectiva que nos viene […]. Lo que se había ganado a lo largo de los años se ha ido perdiendo en la actual gestión, por ejemplo, se ha perdido las PASO […], que establecían la posibilidad de que todos los afiliados partidistas y los no partidistas escojamos a quiénes vayan a ser los candidatos prácticamente ha sido eliminada; porque ha dejado en la posibilidad que los partidos elijan entre tres opciones para llevar a cabo sus procesos de elección de candidatos. La primera sería elección universal, votan todos, afiliados y no afiliados, era lo que teníamos con las PASO, que eran obligatorias. Teníamos una segunda opción, que votan los afiliados partidistas; y tenemos una tercera opción, que es la que van a utilizar todos los partidos: es la votación por delegados, por representantes, lo que favorece que las cúpulas partidistas decidan quién es el candidato. Eso claramente es un retroceso", sostuvo.
"Adicionalmente, la ley establece unos acápites que complican más la situación; es decir, en caso algún partido optase por la primera opción, la más democrática, que votasen todos, tendrían que acudir a su votación interna, por lo menos, el 10 % de los que estén en su padrón de afiliados, lo cual es un número significativo, y difícil que los partidos no organizados puedan convocar en un momento. De momento, hay 39 partidos inscritos y 32 en proceso de inscripción, lo cual marca ya un récord, esto ya no tiene antecedentes", agregó.
Rodríguez Patrón hizo mención del proyecto de ley que propone cambios en las alianzas políticas electorales.
"Se ha presentado el texto sustitutorio de un proyecto de ley que modifica el régimen de las alianzas [electorales]. ¿Qué es lo que establece? Partamos señalando que las alianzas deben buscar la unión ideológica, programática con miras a una elección, entre dos o más agrupaciones políticas. ¿Qué tuvimos en el 2011? Tuvimos alianzas que no tenían esta naturaleza programática, ideológica, sino simplemente un afán de salvar lo que ellos consideraban un terrible mal: perder la inscripción. Entonces, en el 2011, hubo alianzas incluso conformadas por 5 partidos, otra de 4 y otra de 3. En tres alianzas teníamos 12 partidos políticos, porque un partido si participaba solo requería el 5 % de los votos, y una alianza de 5 partidos también. Entonces, muchos partidos pequeños que no representaban absolutamente a nadie, sin un caudal de votos, se colgaban del saco de un partido mayor y con eso salvaban la inscripción. Eso cambió y el 2019 se aprobó una norma que establecía que, en el caso de las alianzas, la valla electoral se incrementaba en 1 % […], y la norma decía que, en caso se incorpore uno más, la valla se incrementaba en 1 % adicional. Esto desincentivaba esas alianzas fraudulentas. ¿Cuántas alianzas hubo el 2021? Ninguna. ¿Y qué es lo que está en el Congreso como proyecto de ley? Una norma que retrocede respecto a eso y establece que no interesa cuántos partidos vayan en una alianza […], esta podría tener 20 partidos y no se le va a incrementar la valla electoral, y todos juntos, con el 5 %, lograrían salvar su inscripción", explicó.
Finalmente, respecto a la aprobación, en primera votación, del dictamen que permite el financiamiento privado a partidos políticos, Rodríguez opinó que implica riesgos de consideración.
"Personalmente, no estoy de acuerdo; no considero que una persona […] apueste a cualquier candidato. Cuando la norma dice “las cuotas y contribuciones en efectivo o en especie de cada aportante como persona natural y jurídica nacional, incluso el uso de muebles a título gratuito no podrá ser superior a 200 UIT por aportante para cada organización política”; y dice a continuación: “en ningún caso un aportante puede aportar más de 500 UIT al año sin importar el número de organizaciones políticas a las que aporta”, sostuvo.
"Imaginemos una carrera de caballos y que yo haya apostado a todos, siempre y cuando no supere el límite […], con alguno voy a ganar. Yo no estoy aportando a una persona o a un partido político, a una ideología, a un plan de gobierno; estoy apostando a todos, incluso a los que son antagónicos. ¿Qué persigo yo con eso?, lo dejo en puntos suspensivos. Si una persona aporta al financiamiento de partidos que son disímiles u opuestos entre sí, lo que está buscando es ganar algo después de la elección en la medida que los candidatos a los que haya aportado hayan logrado el éxito electoral", puntualizó.
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