Cuando llegó al poder juró que se mantendría hasta 2026, pero el Gobierno de Dina Boluarte ha navegado en aguas turbulentas durante estos dos años, en medio de una marea política que parece no cesar. Su gestión ha estado marcada por controversias, como el caso ‘Rolex’, acusaciones de encubrimiento a su hermano, Nicanor Boluarte, y al prófugo Vladimir Cerrón; y críticas por su silencio, además de la creciente amenaza de una posible vacancia.
Dina Boluarte asumió la Presidencia el 7 de diciembre de 2022, tras la destitución de Pedro Castillo, quien había intentado un golpe de Estado, y con quien había llegado al poder en las elecciones de 2021. Las primeras semanas de la gestión Boluarte desataron una serie de protestas que provocaron la muerte de más de 60 personas y por el cual afronta una investigación fiscal.
Boluarte Zegarra también ha sido denunciada ante el Congreso por el Ministerio Público por el presunto delito de cohecho pasivo impropio en el caso ‘Rolex’, por recibir joyas y relojes de su ‘wayki’, el gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, a cambio de favorecerlo con más presupuesto para su región.
El 31 de marzo de 2024, la Fiscalía y la Policía allanaron su vivienda en Surquillo y Palacio de Gobierno, en busca de pruebas sobre dichas prendas de lujo. La presidenta no hizo declaraciones públicas hasta el 5 de abril, cuando ofreció una conferencia de prensa que dejó más dudas que certezas.
“Estos pendientes que me los he puesto hoy día y este collar, ¿saben de qué marca es? Unique y vean ustedes la cajita, totalmente usada”, sostuvo aquel día.
En dos años de Gobierno, el entorno de la presidenta Boluarte ha sido objeto de cuestionamientos. Su excompañero de plancha presidencial, Vladimir Cerrón, sigue prófugo, y se investiga si el ‘cofre’, el vehículo oficial de la mandataria, fue usado en su fuga. Además, su hermano, Nicanor Boluarte, también está en la clandestinidad tras una orden de prisión preventiva de 36 meses por el caso ‘Los Waikis en la Sombra’, organización que habría reclutado prefectos para conformar un partido político.
En dos años, Dina Boluarte nombró a 58 ministros, de los cuales dos fueron censurados por el Congreso. Los seis ministros del Interior no han presentado un plan concreto para enfrentar la inseguridad, y la cartera de Desarrollo e Inclusión Social enfrenta una crisis tras revelarse que escolares recibieron productos no aptos para el consumo humano.
Frente a los señalamientos hacia ella, su hermano y sus ministros; Dina Boluarte ha mantenido un perfil bajo frente a la prensa. Solo ha ofrecido tres conferencias tras conocerse el caso de los relojes Rolex y utiliza las actividades oficiales para buscar conectar con la población, aunque con expresiones que pueden llamar la atención.
“A veces, con diez solcitos hacemos sopa, segundo y hasta postrecito”, manifestó.
Según el excongresista Richard Arce, la presidenta enfrenta dificultades para conectar con la población por su falta de conocimiento sobre las condiciones con las que viven.
“Esos mensajes descontextualizados, impertinentes, de la presidenta son una muestra evidente de que ella vive en una realidad paralela, que el entorno de ministro sobones y aduladores hace que ella pueda entender que el mundo está funcionando de otra manera. El poder enceguece”, criticó.
A pocos de finalizar el 2024, la turbulencia presidencial persiste. La Fiscalía de la Nación abrió una investigación preliminar contra la mandataria por los presuntos delitos de omisión de funciones y, alternativamente, por abandono de cargo; luego de que el exjefe del Gabinete Alberto Otárola confirmara que ella se sometió a una rinoplastia a mediados de 2023.
Para el abogado constitucionalista Luciano López, la revelación de la ex mano derecha de Boluarte en el Gobierno la compromete legalmente.
“No solo se incurre en una infracción constitucional, sino que me parece que hay delito de omisión de funciones. El deber de ella era informar y el Parlamento es al que le compete autorizar. Entonces, eso es un delito. Será un delito menor, pero lo es”, indicó.
¿Vacancia presidencial?
Como en otras crisis políticas, el Congreso, con un 4 % de aprobación, tiene la sartén por el mango. En Pasos Perdidos, se escuchan voces de vacancia presidencial por incapacidad moral, aunque sin un claro consenso como para concretarlo.
El constitucionalista Erick Urbina considera que, a partir del 28 de julio de 2025, los padres de la Patria podrían soltar la mano a Dina Boluarte y dejarla a su suerte, ya que, en el último año de mandato presidencial, el Congreso no puede ser disuelto.
“¿Quién necesita más de quién? El presidente necesita más del Parlamento que el Parlamento del presidente. Si la señora Boluarte es vacada el último año, el Parlamento continúa hasta el 2026. Ellos tienen temor de darle visto bueno a una vacancia por incapacidad y que se termine llamando a elecciones generales, y esas elecciones generales implican que ellos también dejen el cargo”, analizó Urbina.
Frente a las críticas de sus opositores, Dina Boluarte ha asegurado que se mantendrá firme hasta 2026 y que recibe el respaldo de la población en cada una de sus actividades oficiales, a pesar de que, según las últimas encuestas, su gestión tiene un promedio de aprobación del 5 %.
“Les decimos a ese grupo anarquista que quiere quebrar el Estado de Derecho, la democracia: no voy a renunciar y aquí nos quedamos hasta el 2026, para seguir consiguiendo más logros para el Perú”, sentenció la mandataria.
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