"Entonces, en cada lugar que iba ya se sentía ese repudio de la población. Sentíamos de que ella era muy confrontacional en sus discursos y finalmente, a veces también dentro de los gobernadores nos dividió en muchas ocasiones", aseguró en RPP Koki Noriega, presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales.
Koki Noriega, presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR) y gobernador de Áncash, consideró en RPP la importancia de una reunión con José Jerí, nuevo presidente de la República -de forma interina- para abordar una Agenda Perú.
"No hay tiempo que perder con las regiones. Las regiones estamos en una aceleración muy constante con los proyectos, desde acá insto a Jerí, que le conocemos, que convoque automáticamente a todos los gobernadores, que por primera vez que estemos los 25 gobernadores y podamos hablar agenda de Perú y agenda de las regiones", declaró en Ampliación de Noticias.
Añadió que el pedido "es una posición firme" luego del respaldo de los gobernadores en la propuesta. "Desde este espacio, invoco a José Jerí que nos convoque para un diálogo, Agenda Perú y ver que los proyectos en las regiones encaminados no separen absolutamente nada", añadió.
Sobre Dina Boluarte
Por otro lado, aseguró que era complicado estar al lado de la expresidente Dina Boluarte durante cualquier actividad regional, ya que no era bien recibida en diversas regiones del Perú.
"Tomamos el gobierno en un momento tan inestable. Nadie podía pararse al lado de la presidenta, porque, en realidad, en las poblaciones, como Puno, Cusco, hasta el mismo Ayacucho, la población se levantaba. Desde ese espacio ha sido complicado para nosotros pararse al lado de la presidenta, que no tenía la legitimidad. Estar al lado de la presidenta sentía ese odio que sentía ella a los que no lo apoyaban, comunicaba a la secretaria de PCM diciendo que no se atienda a tales regiones porque no estaban en línea con ella. [¿Usted fue testigo directo de eso?] Directo como presidente, lo sentí", puntualizó en Ampliación de Noticias.
En esa línea, Noriega citó un episodio específico ocurrido en Áncash, en donde solicitó políticas públicas del gobierno central para enfrentar la inseguridad. Según su relato, el exgeneral a cargo de la región fue presionado para abandonar una reunión tras críticas al Ejecutivo.
"Sentimos que cuando reclamamos, se sentían muy atacados", indicó Noriega, quien también afirmó que la expresidenta ha dejado el país "fragmentado a nivel nacional".
"En Huaraz, que es la capital de Ancash, frustró tres presencias de inauguraciones que tenía con el COER, con ANIN, y nunca llegó, porque sabía de que ahí definitivamente no era bien visto, Las comunidades se organizaban en dónde vaya En Loreto le pasó lo mismo cuando hicimos el último cerro. Más de 1.500 personas se apostaron en el evento que tuvimos el CER [regional] en rechazo de su presencia. Entonces, en cada lugar que iba ya se sentía ese repudio de la población. Sentíamos de que ella era muy confrontacional en sus discursos y finalmente, a veces también dentro de los gobernadores nos dividió en muchas ocasiones", mencionó.