PPK: "La pachamanca es de origen árabe y el cebiche japonés"

Para el presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), la pachamanca y el cebiche no son platos originarios de Perú, sino que son aportes de culturas extranjeras a la gastronomía peruana.

“El Perú es una capital de la gastronomía, una cultura gastronómica única en el mundo que es una mezcla de ingredientes andinos, marinos, asiáticos, europeos. Aquí se ha juntado todo de eso de una manera única que de repente hace unos años no existía. Por ejemplo, la pachamanca es de origen árabe y el cebiche es de origen japonés, algo así”, dijo el mandatario durante la presentación del programa ‘Cocina con causa’.

Orígenes de la pachamanca. La pachamanca fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura (INC) en 2013. Entonces fue descrita como una técnica de culinaria que data de tiempos inmemoriales y fue empleada por las antiguas culturas peruanas, subsistiendo hasta hoy como parte de las festividades que celebran los distintos pueblos del Perú.

De acuerdo al director del Instituto de Los Andes, Jaime Ariansen Céspedes, la Pachamanca tendría su origen cerca de las cuevas de Lauricocha, en el departamento de Huánuco, donde los historiadores encontraron ollas que habían sido labradas en la misma piedra. Sin embargo el origen de su nombre no fue registrado hasta la época republicana y su desarrollo fue lento hasta la década de 1950, cuando fue reconocida como un plato representativo del país.

Orígenes del cebiche. Declarado Patrimonio Cultural de la Nación el 17 de abril de 2004, los orígenes del cebiche datarían de hace más de dos mil años, cuando los pobladores de la cultura mochica al norte del país comían pescado crudo que era macerado con el jugo de alguna fruta como el tumbo.

El historiador Javier Pulgar Vidal propuso como teoría que el origen de la palabra cebiche provenía del vocablo quechua siwichi que significa pescado fresco o tierno. Mientras que la lingüista Martha Hildebrandt sostuvo en 1962 que cebiche derivaba de la palabra cebo, en su acepción etimológica de alimento o manjar. En tanto, que su primera receta data de 1860 y pertenece al literato Manuel Atanasio Fuentes.