El 16 de julio de 1984 Sendero Luminoso consumó la mayor masacre de su historia, asesinando a 117 personas, entre hombres, mujeres y niños, en este distrito del sur de Ayacucho.
El 16 de julio de 1984, Sendero Luminoso consumó la mayor masacre en su historia de sangre y terror. Más de 100 habitantes de Soras, uno de los once distritos de la provincia de Sucre, en el sur de la región Ayacucho, fueron víctimas de la llamada "caravana de la muerte". Hombres, mujeres y niños fueron asesinados con piedras, picos, machetes y armas de fuego a lo largo de varios caseríos y anexos por un comando senderista que iba a bordo de un bus interprovincial.
Era un lunes, y los terroristas habían tomado el control de una unidad de la empresa de transportes Cabanino, que esa noche debía llegar a Soras proveniente de Lima. Los senderistas, vestidos con uniformes de militares y policías, lo abordaron en el anexo de Challapuquio y obligaron a bajar a sus 17 ocupantes, a quienes luego asesinaron en una ondanada a 150 metros del lugar. El bus continuó su recorrido habitual, convertido ahora en un expreso de la muerte, por los caseríos de Badopampa , Doce Corral, Chaupihuasi, entre otros, hasta llegar a la plaza de Soras, la capital del distrito. En 12 de septiembre de 2017, la entonces ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, dijo ante la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso que en estos ataques murieron 117 personas. Entre las víctimas habían por lo menos cuatro comerciantes cusqueños.
Este demencial ataque respondía a un acto de venganza de Sendero Luminoso contra los residentes de Soras, quienes se habían levantado en contra de los terroristas en rondas de defensa. Con la sangre de las victimas los senderistas escribieron en paredes frases contra los que se oponían a la lucha armada.
Un Quispe Palomino al mando
El especialista en temas de terrorismo y narcotráfico, Pedro Yaranga, recordó en el programa Conexión de RPP, que esta masacre fue ejecutada por el Comité Zonal Cangallo-Fajardo de Sendero Luminoso, que era comandada por Víctor Quispe Palomino, camarada 'José', actual líder de los remanentes de este grupo terrorista en el Vraem (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro).
Yaranga detalló que un año antes, en 1983, Quispe Palomino había participado en calidad de combatiente en la masacre de Lucanamarca, donde Sendero Luminoso asesinó a 69 campesinos. Indicó que el ascenso a esa posición de mando de un año a otro, se debía a que los padres del senderista tenían una relación directa con Abimael Guzmán Reynoso, camarada 'Gonzalo', cabecilla y fundador del grupo terrorista.
Crimen sin sentencia
Yaranga también recordó que en el caso de la masacre de Soras aún no se han sentenciado a los responsables. "Esta judicializado y por este hecho están comprometidos todos los integrantes del comité central (de Sendero Luminoso), pero hay que recordar que la cúpula principal, incluido Abimael Guzmán, niega ser autora de este atentado, incluida los de Tarata (1992) y Lucanamarca (1983)".
Respecto a este caso, cabe recordar que el pasado 7 de marzo, el titular de la Segunda Fiscalía Superior Penal Nacional, el fiscal Daniel Jara, formalizó una acusación penal contra los cabecillas de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán Reynoso y el recién excarcelado Osmán Morote, como autores mediatos del crimen. También son acusados el lugarteniente del camarada ‘José’, Casiano Tomateo Espinoza, Elena Yparraguirre, Óscar Ramírez Durand, Laura Zambrano y Margot Liendo Gil.
Yaranga también recordó que pese a que hora niega haber ordenado masacres, Guzmán Reynoso afirmó en la llamada "Entrevista del Siglo", publicada en 1988 por El Diario, un periódico de filiación senderista, que fue la alta dirección de su partido quien tomó la decisión de la matanza en Lucanamarca.
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