El coordinador del Equipo Especial de Fiscales Lava Jato, Rafael Vela Barba, no descartó renunciar al Ministerio Público tras 23 años de carrera si se concreta la medida.
El coordinador del Equipo Especial Lava Jato, Rafael Vela Barba, alertó sobre las consecuencias que traería la desactivación de dicho grupo de trabajo, luego de que el fiscal de la Nación interino, Tomás Gálvez, deslizara la posibilidad de removerlo a él y al fiscal José Domingo Pérez antes de Navidad.
Vela calificó la eventual medida como una "ofrenda a la corrupción" y advirtió sobre una peligrosa intromisión política en la autonomía del Ministerio Público.
“Lo invoco a que escuche más a colaboradores como el doctor Germán Juárez Atoche (...) porque si no, lo que se determinaría es que, finalmente, el fiscal de la Nación interino es una mesa de partes del Congreso de la República”, dijo en Ampliación de Noticias de RPP, en referencia al informe de la comisión Muñante que recomienda su remoción y del cual, asegura, no ha sido notificado.
Para el fiscal superior, Gálvez ha emprendido una "carrera bastante peligrosa" similar a la del exfiscal de la Nación Pedro Chávarry, condenado por entorpecer la labor del Equipo Especial.
“Es inevitable tener que pensar que este proceso de toma de decisión viene cargado de bases muy posiblemente ajenas a lo técnico. Es decir, que la política puede generar una intromisión”, aseveró.
Riesgo de impunidad en los casos
En otro momento, Vela advirtió que desarticular el equipo que lidera desde julio de 2018 generaría un quiebre en las investigaciones, beneficiando directamente a los acusados por corrupción y lavado de activos.
“El conocimiento de algún fiscal nuevo, por supuesto que perjudicaría gravemente la tramitación de las investigaciones y de las acusaciones (...) Imagínese lo que es tomar conocimiento de una cantidad enorme de información que tiene que además ser sustentada. Eso más bien favorece a la impunidad”, explicó.
¿Renunciará al Ministerio Público?
Con respecto a su futuro en la institución, Rafael Vela no descartó dar un paso al costado si se concreta la disolución del equipo especial, pese a su trayectoria de más de dos décadas en Ministerio Público.
“Yo tengo 23 años de servicio público (...) Siempre se abre un proceso de reflexión ante la arbitrariedad (...) Y si es que uno tiene aún sentido de pertenencia en una institución que no le reconoce a uno el esfuerzo y que uno no reconoce tampoco el liderazgo de la propia institución. Sí es una posibilidad (renunciar), sin duda”, confesó.
Finalmente, lamentó el escenario de "degradación" legislativa que busca debilitar las herramientas de la Fiscalía para combatir el crimen organizado, en un momento donde ya se ven resultados concretos como condenas a altos funcionarios y recuperación de dinero para el Estado.