Al contar con muchos datos privados, las redes sociales son las que sufren más vulnerabilidades que exponen los datos de millones de usuarios.
La privacidad se ha convertido en uno de los asuntos más importantes en la red y los usuarios están cada vez más preocupados por el uso de sus datos debido a los recientes casos en los que se ha expuesto la información de millones de personas.
Uno de los ejemplos más recientes es el de la red social musical TikTok. A principios de año, la empresa de seguridad CheckPoint descubrió varias vulnerabilidades críticas que expusieron los datos de millones de usuarios.
Entre la información personal confidencial que quedó expuesta está la vivienda o el correo electrónico de usuarios de la red social en todo el mundo.
Tan solo unas semanas antes, los datos de más de 267 millones de usuarios de Facebook -como el nombre, el teléfono y la identificación de la red social- también quedaron expuestos en una base de datos a la que se podía acceder sin necesidad de un sistema de autenticación.
Los usuarios terminan pagando de forma indirecta las aplicaciones que aparentemente son gratuitas con información personal, que ofrecen a través de formularios para crear perfiles, los permisos de uso y de acceso a funciones como el GPS y o el historial de navegación, entre otras cosas.
De hecho, los datos financieros y los de los perfiles en redes sociales de una persona tienen un valor de alrededor de 870 euros en la web oscura (Dark Web), según la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Cuando Facebook compró la app de mensajería WhatsApp en 2014 por más de 21.800 millones de dólares (alrededor de 19.622 millones de euros) o cuando Google adquirió YouTube por 1.650 millones de dólares (alrededor de 1.485 millones de euros), las compañías pagaron esas cantidades por el valor del número de usuarios que tenían las plataformas, según los expertos.
Al contar con muchos datos privados, las redes sociales son las que sufren más vulnerabilidades que exponen los datos de millones de usuarios.
El jefe de Investigación de Vulnerabilidad de Productos de la empresa de seguridad CheckPoint, Oded Vanunu, advirtió de que "los cibercriminales están invirtiendo grandes cantidades de dinero y dedicando muchos esfuerzos para penetrar en aplicaciones tan masivas".
Sin embargo, no todas las redes sociales hacen que sus usuarios tengan que ceder sus datos personales como moneda de cambio para expresar sus ideas, comunicarse con amigos o familiares.
Redes sociales “éticas”
Una de esas redes sociales es MeWe, que tiene un modelo freemium (aplicaciones gratuitas que estimulan las compras dentro de la app.
La aplicación permite al usuario crear un perfil principal en el que podrá incluir información sobre trabajo, estudios, relaciones o intereses, así como publicar estados, la música que escucha o un libro que esté leyendo.
El usuario también puede crear otros perfiles adicionales según el grupo en el que se encuentre, para destacar o eliminar algún detalle. La aplicación tiene tanto versión web como aplicaciones para el sistema operativo iOS y Android.
En su página web, MeWe afirma que cuenta con "un modelo de negocio honorable donde los miembros son clientes a atender y respetar, no datos a ser compartidos o vendidos".
Otra de las aplicaciones que respetan la privacidad del usuario es Okuna, antes conocida como Openbook y que pueden servir como una alternativa a Facebook.
Para utilizar esta red social es necesario que el usuario reciba previamente una invitación, está centrada en la privacidad de los usuarios, y, por ahora, se está desarrollando en Europa.
La compañía recalca que su modelo de negocio "no es ni será nunca publicidad", si no que recibe ingresos de la suscripción opcional a Okuna Gold, que ofrece acceso a más reacciones, temas y opciones de personalización, según explica en su página.
Launchyoo, una red social creada en España, también respeta la privacidad de los usuarios. Sin embargo, esta 'app' sí cuenta con un modelo de negocio basado en la publicidad, aunque los datos de los usuarios "serán tratados con el máximo celo y confidencialidad por todo el personal que intervenga en cualquiera de las fases de tratamiento", según detalla en su página web.
Esta red social permite que el usuario cree cuatro perfiles diferentes: Influencer, Business, Asociación o Súper, este último dirigido a los usuarios que quieren conectar con amigos, familia y seguir cuentas de interés, entre otras cosas. Además, cuenta con seis muros: Pics, Vídeos, MiniMes, Blog&News, Audio&Podcasts y Mix.
La red social más similar a Twitter es Mastodon, que fue creada en 2016. Al igual que Twitter, los usuarios pueden crear perfiles desde los que pueden publicar textos de hasta 500 caracteres, imágenes o vídeos.
Sin embargo, la principal diferencia es que Mastodon no cuenta con un único servidor que gestione la red social, sino que cualquiera puede poner en marcha su propio servidor, llamado "instancia".
Por ello, cualquiera puede crear su "instancia" con sus propias normas y cada una está gestionada por la comunidad que la crea y "no por alguna enorme empresa que rastree tus datos para venderlos a anunciantes".
Por último, Cocoon es otra red social que no tiene publicidad y que está centrada en la privacidad, pero está únicamente disponible para el sistema operativo iOS.
Mediante esta aplicación, los usuarios pueden crear un espacio privado en el que podrá reunir a las personas que desee, ya sean familiares, amigos o compañeros de trabajo.
Una vez dentro de un espacio privado, al que sólo se puede acceder con una invitación, los usuarios podrán publicar fotografías, textos, saber dónde se encuentran sus contactos e incluso hacer llamadas de voz y videollamadas.
Europa Press
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