Las obras de eliminación de sal del agua en Praia do Futuro prometen aumentar en un 12 % el suministro en Fortaleza. Los operadores temen que la planta dañe los cables de fibra óptica que van desde Europa y África hasta Brasil.
La construcción de una planta que convertirá el agua de mar en agua potable en Fortaleza, Brasil, ha generado un gran temor por la posibilidad de tener un efecto negativo en todo el internet del país.
Y es que la obra se realizará en un lugar en el que llegan los cables submarinos que dan acceso al ciberespacio desde Europa, lo que podría provocar grandes problemas con las operadoras y el servicio que brindan.
El caso
Fortaleza es la ciudad brasileña que recibe cables de fibra óptica que garantizan una conexión rápida a internet directamente desde Europa. Desde la capital de Ceará, los cables se extienden hasta Río de Janeiro y San Paulo. La razón es la mayor proximidad de la ciudad a Europa, alrededor de seis mil kilómetros.
Según la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), estos cables son responsables del 99 % del tráfico de datos. "Ceará, especialmente la ciudad de Fortaleza, garantiza la interconexión de Brasil con el resto del mundo", afirmó el ministro de Comunicaciones, Juscelino Filho.
Y el plan del estado es crear una planta de desalinización del mar en Praia do Futuro, uno de los lugares más visitados por residentes y turistas, que podría provocar la ruptura de estos cables. Si esto sucediera, todo el país quedará desconectado o el internet será muy lento.
Los llamados de atención del ente han detenido el avance del proyecto. La estimación actual es que la entrega de la planta se retrasará al menos seis meses. La previsión inicial era que la planta entraría en funcionamiento en 2025.
La iniciativa de construcción de la planta desalinizadora es liderada por la Empresa de Aguas y Alcantarillados de Ceará (Cagece). Según el proyecto, la planta deberá aumentar en un 12 % el suministro de agua en Fortaleza. La obra se ha presupuestado en 3,2 mil millones de reales.
La empresa se defiende
El actual proyecto de la desalinizadora en Praia do Futuro "no presenta ningún riesgo para el funcionamiento de los cables submarinos" que conectan Brasil con Europa y suministran internet a todo el país, asegura la empresa.
Cagece explicó que, tras las alertas de las empresas telefónicas, realizó modificaciones en el proyecto para garantizar la seguridad del cableado internacional.
El presidente ejecutivo de la empresa, Neuri Freitas, afirmó que con los cambios se aumentó la distancia entre cables y otras infraestructuras de 40 a 500 metros, evitando el área de proyecto de la planta que podría dañar los cables, para evitar riesgos.
Con las nuevas medidas, Cagece espera que Anatel revise la medida que bloqueó el avance del proyecto.
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